Han pasado ya cinco años de presidencia de Ana Botín en el Banco Santander. Un lustro en el que la banquera ha tenido que enfrentarse a grandes retos como el de reforzar el capital o el de conseguir armar un consejo a su imagen y semejanza. Del núcleo duro del banco que había en el 2014, sólo quedan cuatro personas: Javier Botín, Guillermo de la Dehesa Romero, Rodrigo Echenique y Esther Giménez-Salinas.
Lejos quedan ya nombres como los de Javier Marín, Fernando de Asúa o Rodrigo Rato. No tanto el de Juan Miguel Villar Mir, el vocal más longevo que dejó su cargo a comienzo de este año. Su puesto lo iba a ocupar Andrea Orcel, el fichaje frustrado de Botín. Finalmente, el banco se quedó con catorce consejeros. Villar Mir se fue del banco 'rojo' con varias imputaciones encima de la mesa en casos como Púnica o Lezo. Su puesto lo ocupó Henrique de Castro, exdirectivo de ventas y publicidad de Yahoo! y Google.
Los primeros movimientos
Para finales de 2014, Ana Botín ya había aceptado la renuncia de varios hombres de Emilio Botín, como Fernando de Asúa y Abel Matutes, ex ministro con el PP con José María Aznar. Paralelamente a estas salidas, José Antonio Álvarez se erguía como el nuevo consejero delegado del Santander, en sustitución de Javier Marín, que duró en el cargo no más de año y medio.
Pero estos idas y venidas no se pueden comparar con los ríos de tinta que corrieron con la salida de Rodrigo Rato. Fue nombrado asesor en 2008 y tras su escándalo con las tarjetas 'black', el Santander se vio obligado a disolver el consejo asesor internacional, del que formaba parte y que resucitaría un año y medio más tarde, con figuras de renombre como Larry Summer, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Las entradas
Nueve vocales ya han entrado en la cúpula desde su nombramiento como presidenta del banco: José Antonio Álvarez, Bruce Carnegei, Ramiro Mato, Jaime Pérez Reverte y Carlos Fernández González. Este último ha cesado su cargo esta misma semana y ha dado paso a una nueva mujer: Pamela Walkden.
Con la incorporación de esta profesional de nacionalidad inglesa, Ana Botín ha conseguido montar uno de los consejos más paritarios del Ibex 35 y de la banca. En total ya son seis las mujeres que ocupan un puesto en la cúpula del banco, el doble del que había en el último consejo de Emilio Botín.
No obstante, los planes de la banquera no se quedan ahí. A comienzo de año se aprobó aumentar la presencia de mujeres en el consejo de administración entre un 40% y 60% de cara a 2021.
El grupo de las seis
Como ha demostrado con esta última medida, la cuota femenina siempre ha sido una obsesión para la banquera, casi tanto como el de incorporar figuras internacionales.
Esther Giménez-Salinas es el miembro más veterano, ya que compartió mesa con el propio Emilio Botín. Se incorporó al consejo en 2012 y es doctora en Derecho y Psicóloga por la Universidad de Barcelona. Su perfil se puede comparar con el de la doctora en Física Homaira Akbari. Esta mujer iraní se incorporó al consejo en 2016 como una de las apuestas fuertes del banco.
Más mediático fueron los fichajes de la presidenta de la embotelladora de Coca Cola, Sol Daurella (2015) o Belén Romana (2015), ex presidenta de Sareb y antigua directora del Tesoro en la etapa de Luis de Guindos.
La última mujer en entrar ha sido Pamela Walkden. De su llegada, Botín destacó que era británica y mujer, lo que aportará "diversidad, lo que representa una de nuestras fortalezas más relevantes y un aspecto clave para el éxito de cualquier consejo de administración en el entorno actual”.
Ana Botín y el feminismo
La presidenta de Santander, Ana Botín, ha defendido en muchas ocasiones el feminismo. El pasado mes de agosto, la banquera escribió una carta en su perfil de LinkedIn favor de la causa. Según la misiva, la diferencia entre hombres y mujeres radica en que "ellas están expuestas a experiencias y expectativas muy diferentes a lo largo de sus vidas".
La banquera defiende elementos claves como la conciliación laboral y el teletrabajo y explica que su intención es llegar a otras personas, desde "una posición privilegiad" y que lo hace "junto con la gran mayoría de los hombres que apoyan" y "por todas las mujeres".
"Por eso mi feminismo es ahora público. Y quizá el tuyo también debería serlo"
Su convicción la ha llevado hasta el terreno de los negocios, pues meses más tarde de lanzar este alegato feminista, encargó a Lola Sola, su gestora estrella de fondos, la creación de un producto de inversión que sólo tuviera en cartera a empresas que fomentaran la igualdad de género. Un producto que acompaña a la gama de fondos sostenibles, también liderados por Solana, famosa por la gestión del Santander Small Caps.