El PSOE forzó al Gobierno a hacer una subida histórica del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2017. Era una de las condiciones para poder sacar adelante el techo de gasto, el primer paso para hacer los Presupuestos que este martes se presentan en el Congreso de los Diputados. La subida fue del 8% y dejó el salario mínimo en 707 euros. Además, el Congreso aprobó a finales de noviembre la petición de Unidos Podemos de subirlo a 800 euros en 2018 y llegar a 950 euros en 2020.
¿El objetivo de una medida así? Cumplir con la recomendación de la Carta Social Europea que sitúa el SMI en el 60% del salario medio. Eso sí, no todos los analistas y organismos económicos coinciden en que subir el SMI es bueno para la economía española. Algunos servicios de estudios como el del IEE ya han publicado informes advirtiendo del negativo impacto que puede tener una medida así en el empleo. Y otros como el del BBVA han avisado del peligro de extender esta subida al resto de salarios.
Y ahora le toca el turno al Banco de España, que en su último informe sobre la economía española analiza el potencial impacto de todas estas subidas, la ya aprobada y las que pueden llegar en los próximos años. La conclusión a la que llega es que el impacto de la subida de 2017 sobre el empleo global será reducido, puesto que el colectivo afectado por esta subida también es reducido. Según algunos de los cálculos publicados, la subida podría afectar a unos 223.000 los trabajadores.
Al ser pocos los trabajadores afectados, el impacto general en la economía de estas medidas es limitado. Según el supervisor, la subida a 707 euros puede provocar un descenso global del empleo del 0,1%, pero el impacto aumentaría al 1,4% si se pusiera en práctica la subida aprobada por el Congreso. Y si las subidas del SMI se extendieran a otros colectivos, como dice el BBVA, los efectos serian aún más elevados.
El potencial impacto de la subida de 2017 aumenta al 3,5% entre los trabajadores que perciben el salario mínimo
Eso sí, las cosas empeoran si se atiende solo al afecto que pueden provocar estas medidas en los trabajadores que perciben salarios mínimos. La pérdida de empleo potencial puede llegar al 3,5% con la subida de 2017, al 7,5% si finalmente el salario se sube a 800 euros y al 11,3% si llega a 950 euros. Y los más afectados serían los jóvenes y, sobre todo, los trabajadores de más edad.
¿Por qué se puede dar esta situación? Porque una subida fuerte del SMI implica un aumento importante de los costes que tiene que asumir el empleador. Y eso hace que algunos se planteen si les compensa ajustarse al nuevo mínimo legal o, por el contrario, acabar la relación laboral. Lamentablemente, algunos optan por rescindir los contratos. Por eso algunos economistas sostienen que las subidas fuertes del SMI no ayudan al empleo, sobre todo cuando las empresas siguen atravesando momentos delicados.
No reduce la desigualdad
El Banco de España analiza también el impacto de la subida del SMI sobre la renta laboral total y concluye, de nuevo, que el efecto es pequeño. Y es que considera que la subida de los trabajadores que consiguen mantener su empleo se compensa con las pérdidas de salarios de los que se acaban quedando sin trabajo por este mismo motivo. Y este mismo efecto hace que la desigualdad agregada relativa a la distribución de rentas salariales apenas varíe, aunque sí se detectan cambios importantes y negativos entre los más jóvenes y las personas de más edad.
En definitiva, el Banco de España cree que los efectos de subir el SMI en el empleo en términos generales no son muy importantes, pero podrían llegar a serlos si la subida se convirtiera en una referencia para la actualización del resto de salarios. Y también si se llegara aplicar la subida aprobada por el Congreso. De momento, el Gobierno está centrando todos sus esfuerzos en la negociación de los Presupuestos de 2017, falta mucho para que tenga que decidir si hace o no caso a la decisión de la Cámara Baja.
