Telefónica afronta la recta final para hacerse con los derechos audiovisuales de las ligas de fútbol alemana, italiana y francesa, tal y como ha podido saber Vozpópuli.
El operador español quiere contar con la mayor oferta televisiva posible en torno al deporte rey, y el cierre de la operación, que se encuentra en ciernes a falta de concretar flecos mínimos, acercaría de nuevo el operador a una estrategia recurrente durante los últimos años.
El cierre de las tres competiciones sería anual. Por tanto, el año que viene se tendría que volver a realizar la renovación para cada una de las competiciones. El operador de telecomunicaciones ha declinado responder a preguntas de este medio acerca del estado de las negociaciones y del coste que supondrá contar con las competiciones.
La compañía, capitaneada por José María Álvarez-Pallete, tiene también que renovar próximamente los derechos audiovisuales de LaLiga española. Un escenario en el que no se descarta la entrada de otras empresas, y no precisamente del sector de las telecomunicaciones, como puede ser el caso de Amazon. De hecho, la empresa fundada por el multimillonario Jeff Bezos llegó a un acuerdo con LaLiga en febrero de este año para emitir todos los partidos del campeonato español de fútbol en Reino Unido hasta el final de la temporada 2021-2022. Javier Tebas, el presidente de LaLiga, ha anunciado que la nueva puja por los derechos será "disruptiva", dejando entrever que se pretende con ella facilitar la entrada a otros actores como Amazon o DAZN.
Durante la pandemia, Telefónica perdió la friolera de 130.000 clientes en 2020, sobre todo debido al empuje de Netflix, HBO y Amazon Prime Video, que fueron las plataformas 'estrella' para las audiencias durante el confinamiento duro. Así lo refleja el informe de cuentas de la teleco correspondiente a 2020.
Telefónica no ha aclarado, de momento, si pujará por los derechos de LaLiga, aunque todo hace indicar que así será
Por otra parte, la ausencia de público en los estadios le ha quitado picante a las competiciones, que han perdido telespectadores debido a las restricciones impuestas en este sentido. El operador español confía en volver a crecer en usuarios de televisión con la vuelta de la normalidad a los estadios de fútbol. No obstante, ni Telefónica ni Orange ha confirmado todavía su intención de pujar de nuevo por los derechos audiovisuales de LaLiga, algo que tendrán que decidir en los próximos meses. En el caso de Telefónica, todo hace indicar que así será. No tendría sentido contar con las ligas alemana, francesa e italiana pero no con la española.
La compañía, además, renovó hace casi un año los derechos de la Champions League. Lo hizo con una rebaja del 15% hasta la temporada 2024. Telefónica pagará un total de 975 millones de euros por esas tres temporadas.
Lo que paga Telefónica
"La adquisición directa de UEFA de este contenido “premium” permitirá asimismo a Telefónica continuar diseñando y comercializando sus canales y contenidos de producción propia con el mejor fútbol europeo que podrán estar accesibles a otros operadores del mercado interesados en este contenido. El precio total de la adjudicación para todas competiciones asciende a 975 millones de euros a razón de 325 millones de euros por cada una de las temporadas 2021/22, 2022/23 y 2023/2024, por debajo del precio pagado en el presente ciclo y sin incrementos interanuales", matiza Telefónica en sus cuentas anuales correspondientes a 2020.
En lo referente a lo que desembolsa por los derechos de LaLiga, asegura que "la adjudicación se realizó por un importe total de 2.940 millones de euros, a un precio idéntico de 980 millones de euros para cada una de las tres temporadas, lo que supone una ligera reducción si se compara con la última temporada del ciclo anterior".
Un tablero, el de los derechos del fútbol, del que Vodafone no participa si hablamos de LaLiga española. Lleva desde 2018 sin los derechos del deporte rey, porque no son rentables, "al tener que abonar entre 60 y 70 euros por cada usuario para poder ofrecerlos", tal y como explicaba hace tres años el entonces CEO de la corporación, Antonio Coimbra.