Los empleados de la televisión pública gallega no pueden vestir como les venga en gana. Resulta que la dirección de la cadena, obviamente controlada por el PP, acaba de publicar unas directrices para que los periodistas vistan con el decoro necesario. Aunque no se lo crean, se trata de que la ideología no se refleje en las camisetas, pantalones, camisas, abrigos o bufandas. Este atrevido Buscón no ha podido desplazarse a suelo gallego para comprobar cómo visten los trabajadores de la tele pública. Pero lo excepcional de esta medida indica dos posibilidades: que los periodistas usan prendas zarrapastrosas o que alguien se ha vuelto loco en la Compañía de Radio y Televisión de Galicia (CRTVG).
Concretamente, las directrices sobre el vestir aparecen en un texto distribuido de forma interna. En el comunicado puede leerse que "en consecuencia con lo señalado y con la neutralidad del medio, los trabajadores de TVG se abstendrán especialmente del uso relevante e injustificado de logotipos de marcas comerciales en su indumentaria, así como de la utilización de cualquier tipo de símbolos que pongan de manifiesto su afiliación o proximidad a una opción política, sindical, social, deportiva o económica". Y también hay amenaza con sanciones porque "la inobservancia o incumplimiento por parte de los trabajadores de las anteriores instrucciones, será corregida disciplinariamente de conformidad con lo previsto en el Convenio Colectivo".
Los empleados denuncian que se trata de una medida destinada a impedir que vistan una chapa con este mensaje: "Yo no manipulo, ¿y tú?"
Según han denunciado algunos de sus trabajadores, estas instrucciones sobre la vestimenta responden, en realidad, a la intención de los mandamases de la cadena para que los redactores no luzcan, ni en pantalla ni en la redacción, una chapa con este mensaje: "Yo no manipulo, ¿y tú?". Llueve sobre mojado en TVG porque las quejas sobre la presión política a los trabajadores se han repetido desde que Alberto Núñez-Feijóo es presidente de la Xunta de Galicia. Incluso, existe un blog donde los periodistas denuncian, por supuesto de forma anónima, las manipulaciones diarias que se realizan en los informativos.
Obviamente, a este Buscón avezado en el análisis de los medios de comunicación no le sorprende que haya presiones políticas en las cadenas públicas. Menos incluso, si cabe, en las televisiones autonómicas, habitualmente convertidas en órganos de propaganda del partido de turno y, por supuesto, jamás rentables para los contribuyentes. Otro problema endémico que debería arreglarse en la regeneración pendiente, ya saben.