Manuela Carmena no ha logrado parar los desahucios en Madrid. Cada día se expulsa de su casa en la ciudad a 5 ó 6 familias que no pueden pagar el alquiler de sus viviendas, según una portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca
Una de las primeras medidas que puso en marcha la alcaldesa de Madrid fue la de reunirse con los responsables de los bancos para pedirles que pararan los desahucios. Paralelamente se puso en marcha una oficina de intermediación, que está parando un porcentaje mínimo.
La Plataforma dice que los desahucios al mes son cientos
La portavoz de una de las asociaciones contra los desahucios comentaba a este Buscón que se continúan produciendo muchas expulsiones del hogar. “Cientos de personas no acuden a nosotros por vergüenza, miedo o desconocimiento y pierden su casa”, añade. La consecuencia es que tienen que abandonar la vivienda cuando llegan los oficiales del juzgado.
La Plataforma no es capaz decir el número que se producen al mes “pero está claro que son cientos”. El Ayuntamiento es consciente de esta situación, pero es incapaz de paralizar muchos de estos procedimientos para desesperación de las familias y también de las grupos que pensaron que el Gobierno de Ahora Madrid sería capaz de frenar esta consecuencia de la crisis.
Uno de las armas seguras para parar uno de estos desahucios es la llegada de un concejal en el momento que lleva la comisión judicial. El pasado día 26 de febrero se produjo una de estas paralizaciones en las que la llegada del edil de Vicálvaro, Carlos Sánchez Mato, resultó decisiva.
La Policía Municipal llamó a la Nacional para pedirles agentes antidisturbios
En la calle había hasta cuarenta personas apoyando a la familia. La Policía Municipal decidió enviar una de las dos brigadas de UCS (antidisturbios) que no se ha disuelto por si se producían incidentes “pero sólo para defender a los compañeros en caso de necesidad”, según relató uno de los agentes a este Buscón.
La situación fue surrealista. La Policía Municipal llamó a la Nacional para pedirle agentes de la UIP (antidisturbios) ante la voluntad del juzgado de llevar adelante el desahucio, a pesar de que tenían sus propias fuerzas. Finalmente llegaron varias dotaciones de la UIP.
El desalojo se suspendió tras la llegada del concejal del distrito. “Pero no podemos estar así todos los días”, decía uno de los portavoces de la plataforma.
