El Liberal - Economía

Efectos del Brexit sobre las exportaciones de bienes al Reino Unido

Faltan ya sólo 10 meses para que expire el período transitorio acordado entre la UE y el Reino Unido (RU), un plazo durante el que las partes están obligadas a alcanzar algún tipo de acuerdo

  • Bruselas recuerda a Londres que debe seguir pagando a la UE pese al Brexit.

Faltan ya sólo 10 meses para que expire el período transitorio acordado entre la UE y el Reino Unido (RU), un plazo durante el que las partes están obligadas a alcanzar algún tipo de acuerdo que regule sus relaciones comerciales y flujos migratorios de manera permanente.

En los dos artículos anteriores, examiné las adversas consecuencias político-sociales y económicas que el Brexit puede acarrear a la economía británica, así como a la UE en su conjunto y algunas de sus economías más relevantes. Aunque el impacto en la economía española no será tan severo como en Holanda, Bélgica, Chequia, Polonia, Hungría o Alemania, conviene prestar atención a la exposición que presentan nuestra economía y las Comunidades Autónomas (CC. AA.) que mantienen relaciones bilaterales más intensas con el RU. La potencial caída de las exportaciones de bienes y servicios, reducción de las llegadas de turistas británicos, desviación de los flujos de inversión directa, compras de viviendas por ciudadanos británicos, o la exposición de empresas españolas con inversiones en el RU, etc., podrían afectar negativamente a la economía española que lleva ya bastante trimestres desacelerando su ritmo de crecimiento.

Como he señalado en los dos artículos anteriores, la severidad de los efectos adversos del Brexit dependerá de la posición del gobierno del RU en las negociaciones en curso con la UE-27. Si el RU insiste en limitar los flujos migratorios ciudadanos europeos, podemos dar por hecho que las importaciones estarán gravadas con los aranceles previstos por la Organización Mundial de Comercio para los ‘países más favorecidos’ (escenario WTO) y sujetas a trámites administrativos y controles fronterizos más o menos severos, mientras que si el RU se aviene a aceptar las condiciones de la UE-27, podría firmarse un tratado de libre comercio sin aranceles (escenario FTA) pero que no eliminaría completamente los controles fronterizos. La integración del RU en el Espacio Económico Europeo (escenario EEA) puede descartarse, puesto que para ello sería necesario que RU aceptara el libre acceso de los ciudadanos comunitarios y las futuras normas regulatorias aprobadas por la UE-27.

Exposición de España al comercio de bienes con el RU

El impacto de la imposición de tarifas a nuestras exportaciones de bienes al mercado británico al finalizar el período transitorio el próximo 31 de diciembre, depende de los aranceles finalmente impuestos. Según cálculos realizados por el FMI, el arancel medio a las importaciones del RU procedentes de la UE-27 sería 4,43%, aunque los tipos que recaerían sobre algunas de nuestras exportaciones más importantes al RU, serían bastante más elevados: 5,9% para los productos agrícolas, 7,26% para los productos alimenticios, 9,58% para los productos textiles y cuero, 2,7% productos químicos, 5,35 productos plásticos y 8,09% para los medios de transporte. Por tanto, podemos anticipar que en el escenario WTO los precios de nuestras exportaciones al RU se encarecerían de manera apreciable. En el caso de Cataluña, las exportaciones de productos agrícolas, alimenticios, productos textiles, productos químicos y medios de transporte alcanzan 64,0 % del total exportado entre enero de 2016 y noviembre de 2019, y en el caso de España el 55,4%. Hay, en consecuencia, un riesgo elevado de que los precios de los bienes exportados desde Cataluña y el RdE al RU registren aumentos de entre el 5 y el 10%.

Peso de las exportaciones al Reino Unido

El Gráfico 1 muestra la evolución del porcentaje de las exportaciones del Resto de España (RdE, línea roja) y de Cataluña (línea azul) al RU sobre los totales exportados por ambas regiones. En el primer semestre de 2016, la exposición del RdE al RU era entre 4 y 6 puntos porcentuales superior a la de Cataluña, si bien las líneas de tendencia (líneas discontinuas roja y azul) se han ido aproximando desde entonces. En los últimos meses de 2019, el peso de las exportaciones al RU para el RdE se situaba en torno a 10% y el de Cataluña en torno a 8,5%.

Pese a la recuperación de las exportaciones de bienes al RU en 2019, conviene no olvidar la sensibilidad que han mostrado las exportaciones de bienes al RU a los vaivenes políticos y tener muy en cuenta que se podría producir una caída incluso mayor a la ocurrida en 2017 y 2018 si encallan la las negociaciones en curso para alcanzar un acuerdo permanente entre la UE-27 y el RU, y el indeseable escenario WTO se materializa, lo que supondría la imposición de aranceles mutuos a las importaciones que, como se ha indicado, encarecerían los precios de nuestros productos 4,43% en media, e inducirían a su sustitución por bienes similares procedentes de otros mercados. A ello, habría que sumar el incremento de costes ocasionado por la mayor complejidad administrativa e imposición de controles fronterizos más severos.

Gráfico 3. Aumento del precio de las exportaciones al RU causado por barreras no arancelarias

El Gráfico 3 muestra que el incremento de costes debido a las barreras no arancelarias podría incluso superar el coste de los aranceles. Las estimaciones del FMI (rombos rojos) indican que para los productos de la mayoría de los sectores esos costes están en torno al 7%, pero para los medos de transporte sería del 20%. El impacto conjunto de aranceles y barreras no arancelarias sería, por tanto, muy significativo.

Hay motivos para preocuparse

Las exportaciones de bienes del RdE y de Cataluña al RU en 2018 fueron 14.777,8 y 3.803,2 millones, respectivamente, y estimamos que dichas exportaciones podrían situarse en 15.295,7 y 4.332,4 millones, respectivamente, en 2019. Una estimación conservadora sugiere que la imposición de aranceles más el coste de las barreras no arancelarias podría encarecer los precios de los bienes exportados al RU en no menos de un 10%, de modo que una reducción del 20% en las cantidades exportadas en respuesta al aumento de los precios reduciría en un 10% los ingresos por exportaciones.

Empleando las cifras de las exportaciones del RdE y Cataluña al RU en 2019, la caída de los ingresos por exportaciones se situaría en 1.530 millones para el RdE, y en 433 millones para Cataluña. Y sobre un PIB del RdE estimado en 995.757 millones y un PIB de Cataluña de 249.000 millones en 2019, las caídas de ingresos por exportaciones supondrían una caída de 0,15 puntos del PIB para el RdE y 0,17 puntos del PIB para Cataluña. Las cifras pueden parecer pequeñas, pero hay motivos para preocuparse. Para empezar, la caída recaerá sobre los principales sectores exportadores y puede resultar un golpe importante para empresas con una fuerte especialización exportadora.

Además, las estimaciones anteriores no tienen en cuenta que la reducción de nuestras exportaciones reducirá también la demanda de bienes intermedios empleados en su producción, así como las rentas generadas que a su vez reducirán el consumo y la inversión en el RdE y en Cataluña. Y, por último, otras economías de la UE sufrirán impactos incluso mayores que España que recortará también su demanda de nuestros bienes exportados. La factura del divorcio entre la EU y el RU en un contexto de caída del comercio mundial, auge del proteccionismo y reducción del turismo internacional nos acerca a una nueva recesión.

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