El Liberal - Economía

Análisis: Exportaciones, saldo exterior e independencia II

En mi artículo anterior (“Exportaciones, saldo exterior e independencia I”), examiné el papel de las exportaciones e importaciones de Cataluña con el extranjero o resto del mundo (RdM) y con

  • Exportaciones e importaciones de bienes de consumo

En mi artículo anterior (“Exportaciones, saldo exterior e independencia I”), examiné el papel de las exportaciones e importaciones de Cataluña con el extranjero o resto del mundo (RdM) y con el resto de España (RdE). Un análisis desapasionado de las cifras publicadas por el Instituto de Estadística de Cataluña (IDESCAT) nos permitió extraer tres conclusiones importantes:

  • Primera, la integración de España en la CEE, la implantación del Mercado Único y la circulación del euro han impulsado con mayor fuerza las exportaciones que las importaciones de bienes con el RdM, y el déficit se ha reducido considerablemente en las dos primeras décadas del siglo XX. Incluso se han registrado superávits en la balanza de bienes y servicios no turísticos en los últimos años, 4.035 millones y algo mayores, 13.837 millones, en la balanza de servicios turísticos en 2018. 
  • La segunda conclusión a que llegamos es que Cataluña exporta al RdE mucho más de lo que importa y ha registrado superávits continuados en los intercambios con el RdE que superan el 10% del PIB en la primera década del siglo XXI y el 6,5% en la segunda década. 
  • Por último, los datos disponibles permiten concluir que pese al aumento de las exportaciones al RdM en los últimos años, el RdE continúa siendo un mercado vital para la economía catalana, puesto que el RdE es el destino del 45% de las exportaciones pese a suponer tan solo 1,31% del PIB mundial, en tanto que el 55% de las exportaciones catalanas van al RdM que produce el 98,36% del PIB mundial.

Para comprender mejor el papel que juegan las exportaciones en la economía catalana, este artículo lo vamos a dedicar a analizar las características de los bienes exportados y de las áreas a donde van destinados.

Qué exporta Cataluña y a dónde

Para apreciar el papel que desempeñan de las exportaciones en la economía de Cataluña conviene prestar atención a las características de los bienes que intercambia con el RdM. El Gráfico 1 presenta los valores de los bienes exportados, importados y el saldo para tres grandes categorías definidas en función del destino de los bienes intercambiados: bienes de consumo, bienes de capital y bienes intermedios. El Gráfico incluye también los valores para algunas subcategorías especialmente relevantes de los bienes de consumo (Alimentos, bebidas y tabaco y el desglose de los bienes de consumo en duraderos y no duraderos) y de los bienes intermedios (químicos, metálicos y para maquinaria, material y accesorios eléctricos y para medios de transporte). 

Gráfico 1. Exportaciones e importaciones de bienes de consumo, capital e intermedios en 2018

(En millones de euros)

Exportaciones e importaciones de bienes de consumo

El lector puede constatar que la mayoría de las exportaciones e importaciones de Cataluña corresponden a bienes intermedios, seguidas a bastante distancia por las exportaciones de bienes de consumo, y con las exportaciones de bienes de capital ocupando un tercer lugar a gran distancia. La segunda observación que podemos extraer del Gráfico 1 es que los saldos para las tres categorías de bienes son negativos, alcanzando en el caso de los bienes intermedios una cifra muy elevada, 14.072,2 millones. La tercera observación es que una fracción considerable de las exportaciones de bienes duraderos son vehículos de transporte producidos por dos empresas multinacionales muy conocidas con plantas de producción en Cataluña. Hay que subrayar, por último, la importancia de las exportaciones intermedias de productos químicos (14.295 millones) y productos metálicos y para maquinaria (3.435.1 millones), material y accesorios eléctricos (4.289,0 millones) y para medios de transporte (3.333,6 millones) que son producidos también en muchos casos por multinacionales con plantas de producción en Cataluña, sobre todo en Barcelona y Tarragona, y forman parte de las cadenas de valor para abastecer a otras de sus plantas localizadas en otros países de la UE.

Gráfico 2. Las exportaciones de Cataluña por destino y países en 2018

(En porcentaje sobre el total)  

Gráfico 2. Las exportaciones de Cataluña por destino y países en 2018

El desglose de las exportaciones al extranjero atendiendo al destino de los bienes exportados permite apreciar la importancia relativa de los distintos mercados. El Gráfico 2 muestra el valor de las exportaciones de Cataluña en 2018 dirigidas a cinco grandes áreas de comercio: el resto de la UE, el resto de Europa, América del Norte, Centro América y América del Sur y el resto de países. La imagen muestra que la UE con el 64,58% de las exportaciones totales fue el principal destino de las exportaciones al extranjero, en tanto que  las exportaciones a Otros países y territorios de Europa fueron 7,46%, a América del Norte 3,91%, a América Central y del Sur 6,26%, y al resto de países 17,79%. Contrasta la magnitud de las exportaciones de Cataluña al resto de la UE con el papel casi marginal que juegan los mercados de la dos primeras economías del mundo, Estados Unidos y China, dos destinos que juntos suponen tan solo 5,62% del valor total exportado al extranjero en 2018. Además, conviene recordar que si bien Cataluña exportó al extranjero 46.273 millones en 2018, el saldo exterior arrojó un déficit total de de la balanza de bienes con el extranjero de 19.115,6 millones, y asimismo resultaron deficitarios los intercambios con la UE-27 (5.067 millones), Otros países de Europa (460,3 millones), América del Norte (641,1 millones ) y sobre todo con el resto de países (14.404,5), y sólo registró un superávit con América Central y del Sur (1.457,9). El Gráfico 3 presenta estos saldos para las 5 áreas geográficas y algunos países seleccionados.  

Gráfico 3. Saldo de las balanzas de bienes de Cataluña con el extranjero en 2018

(En millones de euros) 

Saldo de las balanzas de bienes de Cataluña con el extranjero en 2018

Jugando con fuego

Cataluña es una economía pequeña que produce el 0,33% del PIB mundial y tiene como principales mercados para sus exportaciones la UE y, como vimos en el artículo anterior, el RdE. De hecho, España fue casi el único mercado, protegido por elevados aranceles y otras barreras no arancelarias, donde Cataluña pudo colocar sus manufacturas y productos industriales, y el alto nivel de bienestar relativo del que han disfrutado los catalanes desde el siglo XIX se explica, en gran medida, por haberse convertido en la ‘fábrica de España’. La adhesión de España a la CEE en 1986, la implantación del Mercado Único en 1993 y la puesta en circulación del euro en 1999 cambiaron las reglas del juego y las exportaciones de Cataluña a la UE han crecido a buen ritmo desde entonces. A pesar de esos avances, conviene recordar que Cataluña exporta a Francia, su cliente principal en la UE, y uno de los pocos socios con los que tiene superávit, menos de un cuarto de lo que exporta al RdE. Además, las balanzas de bienes con el resto de la UE y otras regiones del mundo continúan registrando saldos negativos, mientras que la balanza con el RdE presenta superávits superiores al 10% del PIB en la primera década del siglo XXI y superiores al 6,5% del PIB en la segunda década.

Cataluña es, por otra parte, una economía muy dependiente al constituir el grueso de sus exportaciones bienes intermedios y bienes de consumo duradero, destinados a los mercados de la UE-27 y del RdE y producidos en muchos casos por empresas filiales de multinacionales cuya sede central se encuentra fuera de Cataluña. Por ello, sus exportaciones podrían registrar recortes muy significativos en caso de que Cataluña, al independizarse de España, quedara fuera de la UE. A la caída de la producción consecuencia de la reducción de las exportaciones (efectos directos), hay que sumar los recortes en la producción de las empresas que producen bienes intermedios incorporados a las exportaciones (efectos indirectos), así como las caídas de la producción de otras empresas que, aunque no producen bienes y servicios para la exportación, verían reducirse su demanda por la contracción de la producción, el empleo y las rentas (efectos inducidos). 

Los dirigentes políticos catalanes al frente del gobierno de la Generalitat han convencido a varios centenares de miles de catalanes que son la sal y la pimienta de la Tierra, una suerte de pueblo elegido que no ha llegado más lejos por la opresión política y el expolio económico sufrido a manos de los españoles. Nada más lejos de la realidad: según el IDESCAT, el PIB per cápita de los catalanes es todavía hoy 24,2 % superior al del conjunto de los españoles,  y el período histórico en que el PIB per cápita relativo de los catalanes alcanzó sus máximas cotas fue entre 1930 y 1960. Las transferencia de competencias del Estado a la Generalitat a partir de los años 80 del pasado siglo no ha ayudado a revertir el proceso de erosión de estas diferencias y los últimos datos de la Contabilidad Regional del INE  indican que el PIB per cápita relativo de Cataluña disminuyó de 119,9 a 119,0 en 2018. En otras palabras, no hay ninguna evidencia de que las mayores dosis de autogobierno alcanzadas y la priorización de alcanzar la independencia hayan mejorado el bienestar de los catalanes.

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