La Presidencia polaca de turno ha cancelado la reunión de los ministros de Finanzas de la Unión Europea que estaba prevista para antes de las cumbres extraordinarias del Consejo Europeo y de la eurozona.
"La Presidencia ha decidido no convocar la reunión del Ecofin el miércoles", indicó el portavoz de la presidencia polaca de turno, Kacper Chmielewski. "El trabajo sobre las medidas del paquete integral contra la crisis de la deuda soberana se continuará en la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE", señaló.
La desconvocatoria deja claro --sin embargo-- que se está jugando al filo y que se apuran los plazos sin soluciones cerradas. El acuerdo será tan de última hora que los ministros de la finanzas pueden sentarse para discutir borradores que luego sean enmendados. Por ese motivo, han decidido no celebrar el encuentro previo que tenían previsto.
Al poco de conocerse la cancelación, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, aseguró en su cuenta de la red social Twitter, que las dos cumbres, la de la UE y la de la eurozona seguirán adelante tal y como está previsto. De esta manera, la jornada del miércoles arrancará directamente con la cumbre de líderes de la UE sobre las 16.00 GMT, a la que seguirá, en torno a las 17.00 GMT la reunión extraordinaria de la eurozona, en la que se aprobará el plan integral anticrisis.
La decisión ha sido respaldada por Alemania según fuentes comunitarias porque Berlín considera que "para impulsar la efectividad del EFSS (European Financial Stability Facility, el vehículo que debe canalizar el rescate) requerirá todavía más diálogo con los inversores", después de que se voten sus nuevas capacidades, según muestra un documento de la Unión Europea publicado por Bloomberg.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguró horas antes que es "momento de acabar con las incertidumbres" y, por ello, la zona euro está "trabajando en soluciones sólidas y convincentes" que prevé aprobar mañana.
"Confío en que el trabajo permitirá un éxito mañana", dijo Barroso tras reunirse con el presidente rumano, Traian Basescu.