De la comparación del mes de septiembre de este año con el de 2011 se deduce que la actividad económica refleja un encefalograma casi plano, a pesar de que el IRPF despega un 4% desde enero. Además de la caída registrada en los ingresos por IVA, que Hacienda achaca al aumento de las devoluciones practicadas, se detecta también un desplome de los impuestos especiales, sobre todo en lo que afecta al consumo eléctrico. Con casi todos los indicadores de la demanda interna en negativo, los impuestos derivados de la energía se desploman casi un 25%. El descenso del consumo de combustibles se percibe en una mengua de la recaudación del 3,5% en septiembre, porcentaje que se dispara hasta el 6% en el acumulado desde enero. El total de ingresos no financieros baja un 6,5% en relación al mismo mes de 2010.
Los datos acumulados entre enero y septiembre de este año no incitan tampoco al optimismo, todo lo contrario. La recaudación global solo repunta el 0,8%, pero el Impuesto sobre Sociedades cae en picado, hasta un 12,3%, mientras que los impuestos especiales lo hacen en un 3%. El secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo, atribuye el mal comportamiento de la recaudación por Sociedades al descenso de los pagos fraccionados de abril y a las ventajas dadas a las empresas para la libertad de amortización.
A primeros de noviembre, el Gobierno dispondrá de nuevos datos para saber si podrá cumplir o no con el objetivo de déficit del 6% marcado para este año ya que las comunidades autónomas tienen hasta el próximo lunes para entregarle sus cuentas.
De momento, el hecho de que el Estado haya registrado hasta septiembre un déficit de 37.016 millones de euros, casi un 17% menos que en el mismo periodo del año pasado, le permite al Ministerio de Economía sostener que será posible acabar el ejercicio cumpliendo el compromiso contraído con Bruselas. Este déficit procede de unos ingresos de 75.522 millones frente a unos gastos de 112.538. En términos de caja, que refleja los ingresos y pagos realizados en el momento en que se hacen efectivos, el Estado presentó un desequilibrio de 31.081 millones.
Este dato es el primero que se publica según la nueva base 2008 impuesta por Eurostat a todos los países de la UE, que obliga a una diferente imputación de los ingresos y gastos en términos de contabilidad nacional a lo largo del ejercicio. El cambio metodológico, ha explicado Carbajo, se traduce en la contabilización anticipada de 7.542 millones de euros de déficit respecto al saldo que habría resultado con la base antigua.