La troika que forman el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el banco Central Europea han insistido en que el Gobierno griego rebaje el salario mínimo por debajo de los 600 euros actuales, una petición que los sindicatos han rechazado.
Según una carta filtrada este miércoles por la emisora Skai, la troika ha enviado una carta al Ministerio de Trabajo en la que pide al Gobierno que solvente ese asunto mediante un decreto si los sindicatos y la patronal no llegan a un acuerdo. El salario mínimo mensual, una vez abonadas las cuotas a la seguridad social, es de 600,79 euros, que baja a los 500 para los empleados menores de 25 años.
Este mismo miércoles, el primer ministro Lukás Papadimos se ha reunido con representantes de la Confederación General de Trabajadores de Grecia y de la Asociación de Empresas e Industrias (AEI), para tratar este asunto.
La patronal no está dispuesta a reducir el salario mínimo
Desde la AEI, la patronal que agrupa a la gran industria y las empresas de servicios, se ha asegurado estar dispuesta a que el salario mínimo no se reduzca, aunque sí ha pedido que se recorten los salarios en general para mejorar la competitividad.
Yannis Panagópulos, presidente de la Confederación General de Trabajadores ha negado que haya margen para la reducción de los salarios y ha exigido a los empresarios que mantengan las tablas salariales pactadas en el pasado.
Papadimos ha seguido su ronda de contactos con la patronales que agrupan al comercio, que pide una congelación salarial por tres años, y a las Pymes, que reclaman una rebaja del coste de las cotizaciones a la seguridad social.
La reducción del coste salarial es una de la condiciones exigidas por la troika para seguir prestando ayuda financiera a Grecia.