La agencia de notación Moody's confirmó hoy la máxima nota de la deuda soberana de Francia con una perspectiva estable (Aaa), aunque aseguró que mantiene la vigilancia sobre la misma, tres días después de que Standard and Poor's (S&P) degradara la calificación gala y le quitara el sobresaliente.
La agencia indicó que tiene previsto emitir una nueva evaluación de la nota francesa, al igual que del resto de los países de la Unión Europea (UE), a lo largo del primer trimestre del año. En una nota de perspectiva intermedia, publicada tras la decisión de S&P del pasado viernes, Moody's señaló que momentáneamente mantiene la "perspectiva estable" de la nota francesa, pero señaló que la misma está bajo vigilancia.
Agregó que la calificación de Francia está amenazada si aumenta la deuda pública en relación al Producto Interior Bruto (PIB) o si la coyuntura económica y financiera del país se deterioraran.
Un empeoramiento del contexto económico en el conjunto de Europa también podría tener implicaciones negativas para la nota francesa, agrega la agencia, que especula con la posibilidad de que Francia tenga que acudir al rescate de otros socios europeos o de sus entidades bancarias.
Tras la puesta en marcha de dos planes de rigor por parte del Gobierno francés, en agosto y en noviembre pasados, el margen de maniobra del Ejecutivo para afrontar las posibles turbulencias económicas se ha reducido de forma significativa, señaló Moody's.
París cuenta con menos recursos que los que tenía cuando en 2008 eclosionó la primera crisis financiera y en la actual coyuntura el Gobierno se ve obligado a consolidar sus finanzas en un momento crítico para el crecimiento económico, indicó.
Además, la agencia advirtió que las perspectivas de crecimiento económico, internas y externas, ponen en peligro la consecución de los objetivos presupuestarios publicados por el Gobierno.
El anuncio de Moody's se produce después de que S&P quitara el pasado viernes la "triple A" a la nota de la deuda de la segunda economía de la zona euro. Francia pasó a tener una nota de AA+, un escalón menos que Alemania, que mantuvo la máxima calificación.