Spanair ha comenzado a negociar con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (Iata) una solución para devolver el dinero a los clientes que tienen billetes de vuelos que no se harán, según han informado a Europa Press fuentes de la aerolínea.
Según ha avanzado este domingo 'La Vanguardia', los damnificados pueden superar el medio millón de personas, y los importes no son elevados al tratarse de trayectos cortos.
El rotativo señala que Spanair acumula unos 350 millones de euros de deuda: 149 a Scandinavian Airlines, su antiguo propietario; 50 a entidades bancarias por un crédito, sindicado en su mayoría por La Caixa; 10 a Fira de Barcelona, y 80 a los proveedores, además de los nueve millones con los que el Ministerio de Fomento puede sancionarle.
La compañía, al igual que pasó con Air Comet y Air Madrid, no dispone de activos con los que hacer frente a las deudas: la flota de 27 aviones con los que operaba no son de su propiedad, sino que estaban en régimen de alquiler, ha confirmado a Europa Press la compañía.
Las mismas fuentes han indicado que el bufete que lleva el caso es Roca Junyent Advocats, que podría presentar concurso de acreedores la semana que viene.
El cese de operaciones de la aerolínea este viernes por la noche ha dejado en tierra solo durante el fin de semana a 22.771 pasajeros, el 85 por ciento de ellos en Barcelona y Madrid, de los que ha recolocado en otras compañías a 8.034 pasajeros para volar hasta el lunes.
El cierre deja en el aire a los 2.000 trabajadores de la compañía, más 2.000 empleos indirectos que dependían de ella, como los empleados de Newco Airport Services, dedicada a la asistencia de aeronaves en los aeropuertos españoles.