El director ejecutivo del intervenido Royal Bank of Scotland, Stephen Hester, ha rechazado el controvertido bonus de 963.000 libras que le fue concedido, según publica la web de la BBC. RBS recibió 45.000 millones de libras de las arcas públicas durante la crisis crediticia y, actualmente, el 83% por ciento de la entidad pertenece al Estado.
El medio británico apunta a que la decisión de Hester se debe a la “enorme presión política” que ha sufrido desde que se conoció la noticia, que ha tenido un gran impacto y ha provocado que los laboristas planteen llevar el caso a la Cámara de los Comunes.
El Gobierno británico se ha mostrado satisfecho con esta decisión, aunque una portavoz del Gobierno británico ha explicado, en declaraciones al ente público británico, que Downing Street no tiene la intención de bloquear otras bonificaciones de RBS.
Esta portavoz ha añadido que el Ejecutivo no aspira a “micro-gestionar” la entidad y que desde el banco “están haciendo un buen trabajo y un buen progreso”. Asimismo, ha agregado que es “absolutamente esencial” que la cúpula de RBS solucione sus propios problemas, rechazando todo tipo de intervención en este asunto.
Controlar los bonus en entidades intervenidas
Quienes sí se muestran a favor de una intervención son los laboristas. El líder del partido, Ed Miliband, ha señalado este lunes que el gesto de Hester no hará que abandonen la campaña contra las bonificaciones en entidades intervenidas por el Estado, según publica The Times.
Miliband afirma que la decisión laborista de someter el bonus de Hester a votación ha hecho al CEO cambiar de opinión y añade que no debe ser un episodio aislado. Para ello, insta al Gobierno a introducir un “cambio real” en el sistema.
“Si no tratamos el tema de los bonus en la banca de una manera adecuada, este tipo de cosas van a volver a ocurrir”, explica el líder laborista, y añade que “no es la mejor manera de establecer el pago para los altos directivos, seamos honestos”.