Los grandes bancos españoles no se verán forzados a realizar "fusiones por motivos políticos", según confirmaron fuentes oficiales del Gobierno al diario 'Financial Times', a raíz de la preocupación de que las presiones del Ejecutivo de Mariano Rajoy para la consolidación del sector puedan poner en peligro los intereses de los accionistas.
Las fuentes del diario aseguran que los bancos en España, a quienes la nueva legislación anima a absorber a sus rivales más débiles, no se embarcarán en fusiones "antinaturales" que corran el riesgo de asustar a los inversores internacionales y alejen el capital extranjero.
Inversores en Santander y BBVA, los dos bancos más grandes de España por activos y los que tienen una base de accionistas más diversificada, han expresado sus preocupaciones por el hecho de que consideraciones políticas pudieran crear una situación como la fusión en Reino Unido de Lloyds y HBOS, que llevó a la entidad combinada a un rescate del Gobierno británico.
En este sentido, el diario añade que tanto Santander como BBVA han informado a los inversores que no adoptarán ninguna medida que pueda ir en contra de sus intereses.
Además, el diario recuerda que Bankia, la tercera mayor entidad por activos surgida de la fusión de siete cajas de ahorros, ha sido sujeto de especulación en estos últimos días, pero añade que el banco ha desmentido cualquier plan de fusión con BBVA, Santander o La Caixa.
Esta preocupaciones sobre las interferencias del Gobierno surgen después de que el Ejecutivo español presentara su reforma del sistema financiero que fuerza a los bancos a reconocer mayores pérdidas por préstamos hipotecarios tóxicos y acelera la consolidación en el país con mayor presencia bancaria del mundo, ya que se estima que hay una sucursal por cada 1.000 habitantes.
'Financial Times' incide en que el presidente español, Mariano Rajoy, ya ha defendido que será necesaria una mayor consolidación del sector y subraya que la nueva normativa da a los bancos que se fusionen más tiempo para alcanzar las mayores provisiones demandadas por el Gobierno.
Algunos analistas consultados por el diario ven pocas posibilidad de fusiones entre los grandes bancos, aunque no creen que sea "imposible" porque algunas de las medidas adoptadas sugieren que podría obligar a los bancos más fuertes a hacerse cargo de los más débiles.
Por su parte, otros analistas apuntan que, aunque no es probable que los bancos se arriesguen a enfadar a sus inversores aumentando su exposición al problemático mercado inmobiliario, es posible un acuerdo si el Estado ofrece incentivos correctos, como un esquema de protección de activos.