En la presentación en Berlín del informe anual sobre Alemania, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, reconoció el "notable desarrollo" de la cuarta mayor economía del mundo, que cuenta con un modelo de crecimiento que ha "navegado de forma exitosa a través de las aguas tormentosas de la crisis".

No obstante, la OCDE considera que Berlín debería liberalizar su sector de servicios para animar su demanda interna, adaptar sus mercado laboral a las nuevas exigencias productivas y apostar por la economía verde.

"Es hora de construir sobre las lecciones (aprendidas) del éxito exportador alemán liderado por las manufacturas y aplicarlas a crear una economía doméstica más dinámica y basada en el conocimiento", argumentó Gurría.

El secretario general de la OCDE añadió que "Alemania debe ir más allá del éxito en la gestión de la crisis y afrontar los problemas a largo plazo que están frenando el crecimiento" de la mayor economía europea.

Esta organización multilateral estima que el producto interior bruto (PIB) alemán apenas crecerá este año un 0,4 % y que el déficit público se quedará en el 1 %, mientras la tasa de desempleo continúa descendiendo y la inflación repunta un moderado 1,6 %.

La economía alemana "quizá atraviese períodos de crecimiento negativo", apuntó Gurría, alentando los rumores sobre la posibilidad de que la mayor economía europea entre en recesión técnica.

Gurría explicó que las reformas que propone deben centrarse en la promoción de la demanda interna, a través de "la mejora de las condiciones de competitividad, inversión e innovación".

En materia laboral, propuso reducir la fractura salarial entre hombres y mujeres en Alemania -la tercera mayor de los países de la OCDE-, fomentar la educación continua de trabajadores para mejorar su "empleabilidad" y permitir una mayor entrada de inmigrantes cualificados.

Por último, abogó por una Alemania líder en la producción y el uso de energías renovables, y acabar con los subsidios estatales de los combustibles fósiles.

El secretario de la OCDE destacó que la saneada situación actual de Alemania se debe "en gran medida a la implementación en su momento de importantes y a veces dolorosas reformas".

Entre ellas, destacó la reforma del mercado laboral -"que redujo sustancialmente el desempleo"-, las políticas de crecimiento "verde" y el "prudente marco fiscal", que "está ayudando a reducir el déficit presupuestario".