El miembro del "comando Otazua" Daniel Pastor ha dicho en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional por la colocación de un artefacto explosivo en los Juzgados de Sestao (Vizcaya) en 2007 que "querría decir algo en euskera", pero que no lo podía hacer porque no lo controla.
En su turno de última palabra ante la sección primera de la Sala de lo Penal que preside el juez Javier Martínez Lázaro, Pastor ha dicho: "querría decir algo en euskera, ese idioma que tanto quiero, y no lo puedo hacer, porque no lo controlo".
El etarra ha añadido que el estado de "cansancio" en el que se encuentra -que le impide declarar- se debe al "sentido del humor de los guardias civiles durante los traslados", que no le permiten descansar.
Por su parte, el fiscal Pedro Rubira ha elevado a definitivas la petición de pena de cinco años de prisión para él y para Íñigo Zapirain, "Aritza", y Beatriz Etxebarria, "Kot", a quienes les acusa de un delito de daños terroristas.
Los tres procesados han alegado que sufrieron torturas por parte de los agentes de la Guardia Civil durante su estancia en dependencias policiales tras su detención el 28 de febrero de 2011.
"Ya es el ABC de esta organización, pero es que encima se niegan a declarar", ha criticado el fiscal a propósito de estas afirmaciones, y ha añadido que "cuando se habla de amenazas hay que tener la misma seriedad que tiene la Administración del Estado español para investigar".
Asimismo, el fiscal en sus conclusiones finales ha destacado que el desfase horario que había entre la llamada que daba el aviso de la colocación del artefacto a la 1 de la madrugada, y la hora a la que explosión la bomba -a las 0:49 horas del 16 de diciembre de 2007-, pone de relieve que "la intención de los terroristas era causar un atentado con resultado de muerte o bien daños contra las personas".