Un sector de la dirección nacional del PP ha comenzado a lanzar el nombre de la ministra de Sanidad, Ana Mato, como el recambio “tranquilo” para liderar a los populares madrileños en un momento en que las aguas regionales sufren “marejada” por los enfrentamientos cruzados que protagonizan Esperanza Aguirre, Ignacio González, Ana Botella y Cristina Cifuentes. El euro por receta, --que ha tocado de pleno a la ministra—el plan que tenía preparado la Comunidad para uno de los hospitales más emblemáticos de Madrid –situado en el corazón de barrio de Salamanca, uno de los bastiones populares—y la gestión de la tragedia del Madrid Arena han sido el telón de fondo propiciatorio para romper la paz interna.
Tras todos estos acontecimientos, se vuelve al plan inicial de “tomar el control del partido en Madrid”, organización que después de la salida del que fuera su presidente durante once años, de 1993 a 2004, Pío García Escudero, pasó a estar bajo el control de Esperanza Aguirre, rompiendo una bicefalia que no se daba en ninguna otra organización regional del partido. García Escudero mantenía los equilibrios entre Rodrigo Rato, Alberto Ruiz-Gallardón y José María Álvarez del Manzano, o lo que es lo mismo, como a él le gustaba decir, una mesa de tres patas. Con la llegada de la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid, se diseñó un partido “muy aguirrista”, hecho a imagen y semejanza de su líder, la misma que no ha aclarado si dejará y cuándo la presidencia del partido.
Eso convirtió al PP de Madrid en un "verso suelto" de la organización popular, escapando al control de la dirección popular y protagonizando sonoros e indisimulados enfrentamientos con la planta séptima.
Génova debería diseñar una estrategia destinada a presentar batalla frente la candidatura auspiciada por Aguirre, que sería, sin lugar a dudas, la de Ignacio González. Difícil lo tienen para conseguir doblar el pulso a la ex presidenta de la Comunidad, por lo que sólo tendría posibilidad de fructificar “si se propone un candidato, en este caso una candidata, que no tenga contestación interna, y esa puede ser Ana Mato”, indican fuentes populares a Vozpópuli. Lo cierto es que Mato tiene una amplísima experiencia de partido, donde ha ocupado distintos cargos del organigrama hasta que llegó a “número tres” de Génova en su calidad de coordinadora de Organización, entre 2008 y 2011. Eso la convirtió en responsable de la campaña electoral de las generales del 20 de noviembre y con anterioridad, de las locales y autonómicas del 22 de mayo.
Mato es muy próxima a Javier Arenas, lo que podría dificultar el plácet de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal
Consciente de que su nombre ha comenzado a circular, ya expresado en privado sus pocas ganas de hacerse cargo del partido en Madrid, lo que supondría encabezar la lista a las elecciones autonómicas de 2015, en sustitución del “delfín” de Esperanza Aguirre, Ignacio González, aunque también se la coloca al frente de la candidatura al ayuntamiento en lugar de Ana Botella. En todo caso, Mato está muy identificada con Javier Arenas, lo que podría dificultar una hipotética candidatura en caso de no contar con el plácet de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal.
La última palabra la tiene el presidente del Gobierno y también líder nacional del PP, Mariano Rajoy, quien “ahora mismo no está en estas cosas”, aseguran fuentes populares. El calendario electoral y la gestión de la crisis se han comido la cuestión madrileña, aunque ni siquiera es la planta séptima de Génova la que controla el calendario sino la primera planta, donde se ubica la sede de los populares madrileños. Hoy por hoy Aguirre sigue sin aclarar cuándo piensa dejar la presidencia del partido en Madrid. Sí señaló en su última comparecencia ante la prensa, el pasado lunes tras la reunión del comité de dirección regional, que no aspira a ser "ni candidata ni alcaldesa".
