Hace casi dos años que la crisis por los regadíos de Doñana se cerró con un acuerdo que fue celebrado por los municipios del entorno del Parque y por movimientos ambientalistas. La Junta aparcó su intención de normalizar hectáreas de regadío ilegales. Las administraciones asumieron aumentar el control de los pozos y extracciones ilegales, pero dos cursos después, el estado del acuífero no mejora. 14 de los 16 acuíferos de Doñana han empeorado.
El último Informe del Estado de los Acuíferos del Entorno de Doñana de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha analizado la cantidad y calidad de las masas de agua subterránea (MASb) de las que depende Doñana, basándose en datos pluviométricos, piezométricos y de calidad del agua. El estudio se realiza con 166 puntos que cuentan con serie desde 1994.
La Confederación considera como normal el nivel de precipitaciones, en cualquier caso, concluye que el estado general del acuífero es “especialmente preocupante”, con un valor medio que califica de ‘ALERTA’, “la situación piezométrica de las MASb es peor que a la que correspondería a un año pluviométricamente normal” como el presente.
La tendencia confirma la acumulación de años secos y la sobreexplotación histórica del acuífero que produce un deterioro progresivo del ecosistema, por lo que “el actual grado y modo de explotación de los recursos subterráneos en zonas del acuífero detrítico compromete su buen estado y el de los ecosistemas terrestres dependientes”, concluye el informe.
El informe se publica de cara a la próxima cita del Consejo de Participación de Doñana del próximo 25 de noviembre en el que están integrados los movimientos ambientalistas. Desde WWF, Juanjo Carmona valora que el crecimiento "exponencial” de los acuíferos en mal estado, con descensos de hasta 20 metros del nivel de agua en algunas mediciones "no es que no sea sostenible, es sencillamente suicida”, dice Juanjo Carmona.
WWF es la entidad que lleva décadas alertando de la extracción ilegal para cultivos en el entorno de Doñana, “conocemos el problema y las soluciones, sólo faltan acciones en terreno”, apunta Carmona que remarca la evolución pluviométrica que lleva el último año húmedo a 2010, por que propone medidas urgentes, sino “Doñana colapsará sin remisión”.
Contaminación por actividad agraria
Pero la pérdida de masa hídrica no sorprende. La sequía es constante y la extracción ilegal de agua por campos de frutos rojos ilegales no cesa. Lo que sí resalta el informa es la detección de altas concentraciones de nitratos. Los acuíferos de Almonte y La Rocina presentan un mal estado químico y la necesidad de medidas urgentes para controlar la contaminación difusa provocada por el uso de químicos y pesticidas en la agricultura, que terminan por filtrarse al subsuelo.
Ecologistas en Acción (EeA) es otra de las entidades que ha llevado la fragilidad del humedal en convivencia con la agricultura de regadío a Bruselas. Denuncian el empeoramiento progresivo que constata el informe de la Confederación y alertan especialmente de la contaminación por nitrato, que supera –llegando a cuadruplicar- los límites permitidos en aguas que abastecen a El Rocío o Matalascañas, regiones que en función a la estacionalidad superan con creces los 100.000 habitantes.
“El origen –de la contaminación- es agrícola y es la consejería de Agricultura la que tiene que resolver el problema”, dice Juanjo Romero, de EeA, “pedimos medidas urgentes ya y prácticas agrícolas compatibles con la vida y ecosistema de Doñana”.
Un futuro negro
La CHG insiste en solicitar medidas urgentes que redunden en intensificar la lucha contra la actividad extractiva ilegal. La mejora del acuífero del que beben las marismas de Doñana depende del "incremento cero de la superficie susceptible de obtener concesión". Aplicación rigurosa de la legalidad: Cierre de captaciones ilegales. Eliminación de regadíos no legalizables."
Por su parte, WWF calcula que la explotación del acuífero está ya en un índice de explotación del 109%. Hace 4 años está oficialmente en riesgo y gran culpa de ello la tienen las explotaciones ilegales que no han remitido a pesar del Plan Doñana. Los ambientalistas han denunciado la existencia de más de 1000 hectáreas de cultivos ilegales. Casi el 80 % corresponde a cultivos ilegales de fresas y otros frutos rojos que ponen en mercados europeos 30.000 toneladas de frutos ilegales.
El último informe oficial de la Confederación se alinea en la misma posición que las denuncias vertidas por WWF. Además, remarca la necesidad de reconectar el Parque Nacional de Doñana con el abastecimiento hídrico del río Guadiamar y el trasvase de 19.99 hm3 (ya acordado en la Ley 10/2018). Estas medidas ya estaban contempladas en el plan del Gobierno central (Marco de Actuaciones en Doñana) para preservar a Doñana como ecosistema único de marisma y humedal en Europa, en uno de sus momentos más críticos.