Las grandes auditoras se niegan a realizar la revisión de cuentas externa que pretendía encargarles el PP. Las grandes firmas ni siquiera han presentado ofertas al Partido Popular para hacer la revisión de cuentas porque no aceptan los límites impuestos por Génova a sus posibles inspecciones. El PP ha telefoneado a tres de ellas para que opten a un concurso que queda prácticamente desierto.
Fuentes populares reconocen que Génova ha telefoneado “de manera informal” a PwC, KPMG y Deloitte para solicitarles que presentaran ofertas. Sin embargo, las auditoras han planteado al PP que la única forma de garantizar un verdadero control de las cuentas exigiría una auditoría forense (debiera revisar los ingresos y pagos originales y no sólo los registrados en libros para detectar y prevenir fraudes) frente a la revisión de cuentas ordinaria que buscan los populares y que se limita a validar formalmente los balances ya presentados. “Lo que el PP quiere no es una auditoría”, asegura el responsable de una de las firmas consultadas.
- El Partido Popular pretendía que PricewaterhouseCoopers, la auditora en la que trabajó Luis de Guindos antes de incorporarse al Gobierno, realizara su examen contable, tal y como adelantó Vozpópuli. Sin embargo, PwC ha optado por no concurrir a la oferta ante las dudas sobre cómo se iba a poder desarrollar su labor, según admiten fuentes de la empresa.
- También KPMG ha optado por no presentar una oferta. Fuentes conocedoras de la negociación admiten la disconformidad con los límites que el PP pone a la inspección externa de sus cuentas. Se barajó la posibilidad y se escuchó la propuesta de los populares, relatan fuentes conocedoras de la negociación, pero se optó por no concurrir.
- El mismo criterio ha seguido Ernst & Young. Ésta es la única firma con la que no han contactado los responsables del PP. De hecho, pese al anuncio de María Dolores de Cospedal de realizar una "auditoría externa",a la firma ni siquiera le consta que tal convocatoria se haya formalizado ya. Fuentes populares sostienen que, en cualquier caso, Ernst and Young podía plantear un problema en la imagen de independencia que se busca, dado que bajo ese sello trabaja uno de los ex ministros populares del Gobierno Aznar, Juan Costa.
- También Deloitte mantiene su puerta cerrada a presentar una oferta a los populares. Pese a las reticencias iniciales de encargar la revisión de cuentas a quien estuvo encargado del caso Bankia, los populares sí han llamado a Deloitte para instarla a que presente un plan de auditoría externa y una oferta económica.
Versión del PP
Fuentes del PP reconocen que se han producido esas tres llamadas desde la tesorería del partido para pedir ofertas a las auditoras. La tesorera del PP admite haber telefoneado a PwC, KPMG y Deloitte. Sin embargo, no dan por cerrado el concurso y aseguran que siguen esperando ofertas por parte de las firmas habituales.
Si las grandes auditoras mantienen su rechazo a presentarse, el PP tendría que optar por contratar a alguna marca ajena a las conocidas como "big four". Las cuatro grandes son las que auditan las principales cuentas del país. Sólo el año pasado, facturaron 682,8 millones de euros de manera conjunta por sus servicios de auditoría.
En el ranking de facturación, por detrás de las cuatro grandes, quedarían BDO, Mazars, Grant Thomson y Auren. Juntas, el año pasado apenas 104,5 millones de euros.
La auditoría ordinaria frente a la auditoria forense
La auditoría externa que anunció la Secretaria General del Partido, María Dolores de Cospedal, pretende ser una auditoría financiera clásica de los últimos cinco ejercicios fiscales. Esa revisión de cuentas es puramente formal y se limita a “ratificar los capítulos recogidos en la contabilidad y a determinar la incidencia que tienen sobre los saldos auditados”, explican fuentes de las firmas. Por el contrario, la auditoría forense daría a las firmas encargadas la capacidad de abrir investigaciones, recolectar evidencias, mediar e incluso testificar en caso de un procedimiento judicial.
Hasta el momento, Génova descarta esa vía y el compromiso de realizar un control externo de sus cuentas sigue sin materializarse.