El director de cine y artista Joan Josep Bigas Luna ha dejado claro considera que la televisión "un medio perverso", una versión analógica del apocalipsis, si consideramos que estas palabras las pronunció durante el coloquio Cultura en el Siglo XXI, organizado por la productora GONA en el salón de actos de Cajastur.
No contento con despacharse la oferta de la caja chica, el director de Jamón, Jamón (1992), La teta y la luna (1994) y Yo soy la Juani (2006) afirmó que la televisión tiene más público cuando peores son las cosas que hace, y que por su propia lógica intrínseca ha de hacer cosas "de mala calidad" para que sus clientes "destaquen".
Junto con él, estuvieron presentes los escritores Javier Cercas ('Soldados y de Salamina') y Gustavo Martín Garzo (Premio Nadal 1999, con 'Historias de Marta y Fernando'), que participron con Bigas Luna en las jornadas.
Tanto Bigas Luna como Gustavo Martín Garzo apelaron a la alerta sobre la evolución de las nuevas tecnologías. Así, el primero destacó las posibilidades que ofrecen, pero considera que "ha llegado un momento en que hay que controlarlas". Señaló el ejemplo de la experiencia de "tres jugadores del Barça con redes sociales".
Explicó que estos tres futbolistas (no los nombró) llegaron a tener más de un millón y medio de entradas diarias en sus 'twitter', y tuvieron que contratar un equipo de personas contratadas para mantener sus perfiles. En este sentido, cree que el medio que este campo se va a "profesionalizar", pero llamó la atención sobre sus posibles consecuencias a nivel humano.
Por su parte, Martín Garzo cree que "estamos obsesionados" con ser "contemporáneos", pero "hay que estar atentos y tomar cierta distancia". Cercas, en cambio, sólo destacó los beneficios de la nueva era, y cree que hay una "fascinación infantiloide" por este fenómeno. A su juicio, "no cambia nada leer un libro impreso o leerlo en un 'e-book'".
En el aspecto concreto de la novel, considera que "no es un género agotado" sino "reciente, con apenas un siglo y medio de historia", y con muchos campos por explorar. A su juicio, Cervantes "no era un escritor serio para aquella época", era un "poeta fracasado y autor de un best-seller sin ninguna importancia". "Cervantes nunca hubiera ganado un premio Cervantes", consideró.