“Queremos una España federal en el marco de una Europa federal y socialmente justa". Un centenar de profesionales catalanes pertenecientes a ámbitos tan distintos como el periodismo, la abogacía, la enseñanza o el cine, han firmado un llamamiento a la movilización por una “Cataluña federalista y de izquierdas”, un movimiento que se opone a la independencia y que aboga por un modelo federalista a escala nacional. "Son más las cosas que nos unen que las que nos separan”, declaran.
Entre los firmantes, se encuentran personajes como Albert Solé –periodista e hijo de Jordi Solé Tura, uno de los padres de la Constitución-, la cineasta Isabel Coixet, el escritor Ramón de España, Antonio Franco –director durante 20 años del Periódico de Catalunya- o Joaquim González, dirigente sindical.
“Hoy, muchos proponen la independencia como un camino mágico para salir de las dificultades, liberándonos del peso muerto que, dicen, representa España. Un discurso donde se mezclan verdades a medias y exageraciones diversas”, defiende el manifiesto. “Sin embargo, el federalismo tiene profundas raíces entre los sectores progresistas de Cataluña y cuenta con experiencias de éxito en otros estados del mundo que tendrían que ser tenidas en cuenta por las fuerzas políticas de izquierdas”, matizan.
"La independencia no es un camino mágico para salir de las dificultades"
En el escrito se hace hincapié en la relevancia de los próximos comicios del día 25 de noviembre, que consideran “decisivos para el futuro de los ciudadanos de Cataluña”. Denuncian el “giro estratégico y oportunista” hacia el independentismo que ha dado Convergència i Unió (CiU). “Algunos sectores independentistas han extendido la idea de que la rotura con el Estado será un proceso sin costes económicos excesivos, sin fractura social, políticamente amable, en qué todo serán beneficios”.
Riesgo para la cohesión social
Los profesionales que suscriben la carta abierta reconocen las dificultades que atraviesa la sociedad catalana, que “está sufriendo una grave crisis económica que se ha traducido en un aumento de la pobreza y la desigualdad y en una mengua en el principio de igualdad de oportunidades”. Sin embargo, consideran que el proceso de secesión “no es la única salida de futuro” y que en un contexto como el actual, “pone en peligro la cohesión social”. “No es el camino para mejorar las condiciones de vida de los catalanes, ni desde el punto de vista económico, ni social ni cultural”, afirman.
“La imagen monolítica de España, es tan injusta e irreal como la que desde el resto del Estado se tiene de Cataluña"
A pesar de que no consideran que pertenecer a España sea “una obligación perpetua”, tampoco aceptan la idea de que existe una “necesidad histórica de ruptura”. “La relación entre beneficios y coste social es mucho más favorable en el caso de una Cataluña federal, que en el caso de una Cataluña independiente”, declaran.
“La alternativa de la secesión es enormemente inquietante y peligrosa para la cohesión social”, aseguran. “La imagen monolítica de España que desde Cataluña algunos proyectan, es una imagen tan injusta e irreal como la que desde el resto del estado se tiene de Cataluña”, concluyen.
