A menos de un mes para que los catalanes acudan a los colegios electorales para abrir las urnas comienzan los primeros sondeos que ya sitúan a los favoritos a la cabeza. Tras la reciente votación en el País Vasco, los resultados aún brillan en el ámbito político catalán, alimentando especulaciones y estrategias. Tal y como informa un sondeo del GESOP, el PSC, liderado por Salvador Illa, emerge como uno de los principales protagonistas en esta contienda electoral. Según una encuesta del GESOP, recogida por Europapress, el PSC se perfila como el partido con mayor respaldo popular, proyectando obtener 38 diputados en el Parlament, lo que representa un incremento de cinco escaños con respecto a las elecciones anteriores.
Los socialistas de Illa buscan imponerse este 12 de mayo pero, como ya ocurrió en 2021, aunque los sondeos estén de su parte no garantiza que puedan gobernar, ya que, la investidura dependerá de los acuerdos posteriores. Una de las opciones que se plantean es volver al pasado con un ejecutivo liderado por el PSC con formaciones de izquierdas, es decir, ERC y Comunes-Sumar. Dónde hay menos opciones es en la parte independentista, en el que reeditar un gobierno de coalición, tal y como se hizo hace 3 años con ERC, Junts y la CUP, no destaca entre las opciones y ni siquiera está garantizada la mayoría. Esta tendencia refleja un respaldo considerable a la figura de Illa y a la propuesta política que encarna, la cual enfatiza la necesidad de "pasar página" respecto a la 'problemática' década marcada por el proceso independentista.
La caída del independentismo: pérdida de 6 escaños como reflejo de las tensiones internas
Por otro lado, el espectro independentista presenta un escenario complejo y fragmentado. Carles Puigdemont, líder de Junts per Catalunya (Junts), se posiciona como una figura influyente en este ámbito, proyectando obtener entre 32-34 diputados en el Parlament, lo que representa un leve incremento respecto a las elecciones anteriores. Esta proyección refuerza la posición de Puigdemont como una figura central en el tablero político catalán, aunque persisten interrogantes sobre su capacidad para "liderar un proyecto independentista cohesivo y viable".En contraste,
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), uno de los pilares del independentismo catalán, enfrenta una disminución en su respaldo electoral, proyectando perder seis escaños y quedarse con 27 diputados en el Parlament en estas elecciones. Desde luego se trata de la formación más perjudicada. Este descenso es un claro reflejo de las tensiones internas dentro del movimiento independentista que puede pasarle factura este 12M.
Por su parte, el Partido Popular (PP) experimenta un notable ascenso en intención de voto, proyectando obtener 13 diputados en el Parlament, lo que representa un incremento significativo respecto a su representación actual. De este modo, los populares pasarían de ser la octava a la cuarta fuerza en Cataluña, multiplicando así sus 3 escaños actuales a 13-14.
En este caso, estarían seguidos por Vox, el cual mantiene una posición sólida en el espectro político catalán, proyectando mantener nueve diputados en el Parlament. Si bien su representación no experimenta cambios significativos, la presencia de Vox sigue generando debate y polarización en la arena política catalana. Estos últimos obtendrían 8-9 diputados y se convertirían en la quinta fuerza en Cataluña según un sondeo.
Las posibles coaliciones de Gobierno sitúan a ERC y Junts a la cabeza
En el ámbito de la izquierda, los Comunes-Sumar, liderados por Jéssica Albiach se sitúan en la pérdida de apoyo electoral y se quedarían con siete escaños en el Parlament. Por otro lado, la CUP, históricamente vinculada al movimiento independentista, proyecta perder dos escaños y quedarse con seis diputados en el Parlament. En este caso, se quedarían con 4-6 escaños, seguidos de Aliança Catalana, la candidatura encabezada por la alcaldesa de Ruipoll (Girona), Sílvia Orriols, que podría entrar en la Cámara catalana con hasta 1 escaño. Respecto a la posible mayoría independentista, ésta se situaría entre los 64 y 71 diputados, por lo que Junts, ERC y CUP estarían al límite de rascar la mayoría absoluta, que en el Parlament de Catalunya es de 68 escaños.
En este contexto, los candidatos juegan un papel crucial en la definición del rumbo político de Cataluña. Salvador Illa, con su propuesta de "pasar página" respecto al proceso independentista, busca capitalizar el descontento de una parte del electorado catalán y consolidar al PSC como una fuerza hegemónica en la región.
Por su parte, Carles Puigdemont, con su defensa de la causa independentista, busca mantener la cohesión de este movimiento y reafirmar su posición como una figura central en el tablero político catalán. De esta forma, Cataluña se enfrenta a unas elecciones cruciales que de momento ya dan la victoria al PSC, sin embargo, los resultados de la formación de Gobierno siguen siendo una verdadera incógnita ya que, los vetos de los candidatos independentistas a Salvador Illa podrían hacernos viajar al 2021 cuando los socialistas se convirtieron en oposición a pesar de haber ganado las elecciones. Illa, con la mejor posición para pactar, las coaliciones quedan en el aire: se apuesta por ERC y Junts (26,8%), seguido de un pacto liderado por el PSC y ERC (26,2%) y terminando, ya a mucha distancia, por la coalición de PSC y PP, que requeriría más socios.