ERC elige hoy a su nuevo líder en un congreso teñido de crispación. Los republicanos llegan a este conclave tras meses acaparando titulares por la honda crisis que desencadenó la estructura b del partido, un equipo en la sombra dedicado a la contrapropaganda del que las dos principales facciones se acusan mutuamente. La que parte como favorita, Militància Decidim, liderada por Oriol Junqueras, se sabe ganadora y ha prometido "recoser el partido" de alcanzar el poder. Sin embargo, Nova Esquerra Nacional, orquesta por la dimisionaria Marta Rovira y encabezada por Xavier Godàs, juzga crucial para la supervivencia de la formación que Junqueras se eche a un lado y penetre aire fresco en la dirección.
Y es que el conclave, a cuyas votaciones están convocados hoy más de 8.000 militantes entre las 8h y las 20h, se ha convertido en un plebiscito sobre el futuro de Junqueras, cuya imagen ha sufrido un severo desgaste. Aunque mantiene el afecto de gran parte de la militancia —consiguió seis veces más avales de los necesarios—, en los últimos días la cúpula del partido ha cargado contra él con una dureza que augura una difícil reconciliación.
Este jueves, sin ir más lejos, el excandidato a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, se burló de que el vicepresident' haya prometido una "comisión de la verdad" sobre la estructura secreta de ERC: "Sabe perfectamente la verdad" —recordemos que el mes pasado Maragall acusó a Junqueras de estar detrás del monigote colgado de un puente en el pueblo del segundo—. Asimismo, Maragall relató que tras conocerse los carteles 'fake' que le atribuían alzheimer como a su hermano Pascual, Marta Rovira le remitió un "mensaje personal" a su familia, detalle que no tuvo Junqueras.
No menos rotundos fueron los reproches de Carme Forcadell. La que fuera presidenta del Parlament en pleno 'procés' —lo que le confiere capital simbólico— también achacó el día anterior la culpa de la estructura b a Junqueras. "Un presidente a veces es responsable aunque sea por omisión", criticó Forcadell. Asimismo, receló de que el líder republicano tenga capacidad para "remontar el partido" tras perder la "confianza de la gente". Y como colofón, la otra candidata en liza, Helena Solà, de la minoritaria y más radical Foc Nou, insinuó este lunes que Junqueras está recurriendo a "coacciones y amenazas" para obtener votos a cambio de cargos.
La ambivalencia de Junqueras con el PSC
Pero al margen de todas estas facturas al cobro —de las que Junqueras se desentiende alegando que fue apartado por los 'roviristas' aprovechando su estancia en la cárcel—, su ambigüedad ante los pactos con los socialistas también le han colocado en el centro de la diana de sus adversarios. En primer lugar, en el debate entre candidatos se negó a aclarar sobre si está a favor de que Esquerra gobierne con Collboni en Barcelona, tal y como acordó en su momento su número dos Elisenda Alamany —una alianza pendiente de validarse en el conclave municipal de los republicanos—. En segundo, tampoco dilucidó el sentido de su voto en la votación interna acerca de la investidura de Salvador Illa.
Este extremo —la alianza con Illa— es la diferencia más sustancial entre las tres candidaturas. La plataforma 'junquerista', aunque con la boca pequeña, aboga por mantener el vínculo y respaldar los presupuestos de Illa siempre que éste cumpla con lo pactado. Una posición similar a la del 'rovirista' Godàs, si bien éste rechaza que ERC se incorpore al Gobierno de Collboni. Por su parte, Solà, de Foc Nou, es la que se muestra más tajante al respecto, recordando que ella votó en contra de investir al líder del PSC y prometiendo una consulta interna sobre la cuestión antes de un año. Por lo demás, todos los postulantes apuestan por formulas similares para reflotar el partido. A saber: reconectar con la militancia, acentuar el municipalismo, reagrupar al secesionismo y repetir un referéndum de independencia.
Los militantes decidirán hoy qué candidatura les resulta preferible. Y pese a que la 'junquerista' parte con ventaja, podría ocurrir que no alcanzase el 50% de los sufragios. Si es así, tendría lugar una segunda vuelta el 14 diciembre entre las dos listas más votadas. Circunstancia poco conveniente para el dirigente republicano, pues todo indica que Nova Esquerra y Foc Nou se presentarían juntas para imponerse a Junqueras.