Ximo Puig y su entorno más cercano han vuelto a apostar por las inversiones en la Comunidad Valenciana como arma electoral. El presidente valenciano ha rescatado el interés de Tesla por instalar una fábrica en Valencia y pretende darle un balón de oxígeno a Pedro Sánchez a dos días de que comience oficialmente la campaña electoral que desembocará en las elecciones del próximo 23 de julio.

El presidente valenciano en funciones explicaba ayer en una entrevista con Plaza Radio que "Valencia tiene posibilidades de albergar la nueva planta de Tesla", al tiempo que se mostraba convencido de que "Pedro Sánchez se reunirá con Elon Musk, aunque no me corresponde a mí decirlo". En Moncloa, no obstante, están centrados casi en exclusiva en preparar el debate con Alberto Núñez Feijóo y no parece que este encuentro se vaya a producir en los próximos días.

Canal de diálogo abierto

Mientras, el equipo más cercano del presidente valenciano aseguraba a Vozpópuli que "hay que tener calma" con la posible inversión de Tesla en Valencia y aseguraban que "a día de hoy las conversaciones entre el Gobierno de España, la Generalitat y Tesla continúan produciéndose".

Las aseveraciones en este sentido pretenden tener un impacto electoral y presentar a la Comunidad Valenciana como un polo de atracción para grandes inversores. El sector automovilístico ha sido el más utilizado en el pasado para exponer esa buena disposición de las multinacionales por depositar su confianza en este territorio.

Así, la llegada de Volkswagen a Sagunto, con una gigafactoría de baterías fue un espaldarazo para la gestión de Puig. Sin embargo, otro gigante del automovilismo, Ford, garantizaba la supervivencia de la fábrica de Almussafes, aunque ha acabado con un duro ERE y ha retrasado sus planes de fabricación de vehículos eléctricos en la planta valenciana.

Tesla y las filtraciones

En el caso de Tesla las filtraciones han jalonado las conversaciones con el Gobierno valenciano. El pasado 8 de junio se aireó la posibilidad de que el gigante estadounidense de la automoción eléctrica ubicará en la localidad valenciana de Cheste una planta vehículos eléctricos con una inversión de unos 5.000 millones de euros.

Este 'chivatazo' –que en nada beneficiaba ya a Ximo Puig porque había perdido las elecciones autonómicas– se atribuye a un segundo nivel de la Generalitat y causó malestar en el presidente de la compañía estadounidense, Elon Musk. De hecho, fue el detonante de su gira por Italia y Francia para buscar apoyos a su nueva planta en Europa (tras la que ya está en marcha en Alemania), mientras que también se producían contactos en Portugal, aunque de forma más discreta.

Fuentes del PSOE valenciano consultadas por este medio consideran que la filtración fue una "oportunidad" que vieron algunos aspirantes a suceder a Puig para posicionarse bien en el ecosistema comunicativo valenciano. Puig, por si acaso, tiró ayer balones fuera y explicó en la citada entrevista que "no creo que fuera nadie de la Generalitat porque hay mucha gente que tiene acceso a esa documentación".

El 'legado' de Puig

En esta ocasión, el intento de Ximo Puig y su entorno de reactivar el interés de Tesla no ha sido a través de una filtración sino que al 'promocionar' un posible encuentro de Pedro Sánchez con Elon Musk supone una ayuda directa a la imagen del candidato del PSOE a seguir en la Moncloa.

Para Puig es una manera de estirar su 'legado' al frente de la Generalitat y para Sánchez ganar actualidad y presencia en un momento donde busca la atención mediática con una intensidad desconocida durante su mandato.

El heredero de esta situación va a ser en breve Carlos Mazón quien está preparando ya recibir de manera ordenada todas las gestiones que se pueden considerar prioritarias para el Gobierno valenciano. Tesla, sin duda, es una de esas urgencias y cuando pase el 23-J se podrá comprobar lo cerca o lejos que estaba la compañía estadounidense de apostar por instalar una planta de fabricación en Cheste.

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