El Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo ha condenado este miércoles a una mujer a pagar una multa de 2.500 euros por denunciar a su exmarido por haber incumplido una orden de alejamiento cuando éste ya había fallecido. La sentencia, que adelanta el periódico El Mundo, considera que la mujer, en el momento de la denuncia, "era conocedora de la falsedad de tal imputación".
La justicia del Principado de Asturias le acusa de denuncia falsa y le impone una multa de 2.500 euros, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago, y el abono de las costas procesales. El abogado de la condenada, Juan José Astorgano, ha asegurado, tras lamentar que esta condena "no beneficiará en nada a las mujeres víctimas de la violencia de género", que ya prepara el recurso a la Audiencia Provincial.
Los hechos se remontan a septiembre de 2013. La mujer acudió a las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía en Oviedo y presentó una denuncia contra su excompañero sentimental por, presuntamente, haber incumplido las prohibiciones de aproximación y comunicación con ella que le habían sido impuestas como penas en una sentencia dictada por un Juzgado de lo Penal de Oviedo, cuyo periodo de cumplimiento comprendía desde el 7 de junio de 2012 hasta el 13 de agosto de 2014.
La justicia asturiana acusa a la condenada de denuncia falsa
En su denuncia, la mujer afirmaba que, el 22 de septiembre de 2013, sobre las 19.00 horas, y tras un encuentro casual con su expareja, él se había acercado a ella a unos cinco metros y la había insultado. Al parecer, le gritó "puta, zorra...". Entonces, según la sentencia, "la mujer no tuvo dudas sobre esta persona". Sin embargo, su defensa asegura que "fue un error" y que al identificar al que fue su pareja en compañía de conocidos en tal encuentro casual "se dieron la vuelta y comenzaron a insultarla... Ella se puso muy nerviosa y se marchó corriendo, por miedo".
La Fiscalía ya sostuvo que la acusada, en el momento de presentar la denuncia, era conocedora de su falsedad, ya que el hombre había fallecido el 5 de septiembre de 2012, es decir, casi un año antes.
Su defensa sostiene que "se trata de una mujer maltratada, con sentencias favorables y con dos vulneraciones de la orden de alejamiento por su ex, una de ellas con violencia en la que intervino la Policía". "Es una mujer con miedo", ha zanjado al respecto.
