Delcy Eloína Rodríguez Gómez (Caracas, 1969) era la todopoderosa vicepresidenta de Nicolás Maduro cuando en la tarde del 19 de enero se subió en un avión privado de la compañía Sky Valet en el aeropuerto venezolano de Maiquetía para poner rumbo a España, donde tenía prohibida su entrada al estar en la lista negra de jerarcas del régimen chavista sancionados por la UE.
El aterrizaje se produjo a medianoche en una apartada zona de Barajas. Desde la torre de control se apuraban los últimos vuelos de aquel frío domingo. El aparato se dirigió hacia la terminal ejecutiva del aeropuerto y cuando la tripulación abrió la escotilla, a pie de pista se encontraron con un vehículo particular en el que estaban el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su asesor Koldo junto a un comisario de policía del aeropuerto y varios agentes. Empezaba el 'Delcygate'.
Vozpópuli dio unos días más tarde la exclusiva de este encuentro secreto, concretamente el jueves 23 de enero a las 18.29 horas, desatando una gran repercusión mediática a nivel nacional e internacional. Tanto el titular –“Ábalos se reunió con la vicepresidenta de Venezuela en Barajas la madrugada del lunes”- como el subtítulo, en el que se precisaba que la cita se había producido en el interior del avión, se ciñeron con exactitud a lo que ocurrió aquella noche, pese a que el departamento de Ábalos se negó inicialmente -y en varias ocasiones- a confirmar dicha información.
El Tribunal Supremo dejó claro recientemente, en el auto con el que archiva las denuncias por este caso, que el avión aterrizó en España, que la ‘número dos’ de Nicolás Maduro estuvo varias horas en el aeropuerto y que Ábalos se entrevistó con ella dentro de la aeronave. Si uno compara el relato del juez Manuel Marchena, e incluso el que hizo unos días antes el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid por el mismo motivo, se puede constatar que la información que este periódico publicó aquel día coincide como dos gotas de agua.
Así se gestó el ‘Delcygate’
El vuelo de la vicepresidenta venezolana aterrizó en Barajas en la madrugada del domingo al lunes 20 de enero. Ese mismo día y a lo largo del martes 21, hubo comentarios en Twitter donde se sugería que Delcy Rodríguez había viajado con la delegación venezolana que iba a estar en Fitur e, incluso, en foros de la oposición venezolana se decía que la ‘número dos’ de Maduro encabezaría la propia delegación de su país en las instalaciones de Ifema.
Vozpópuli empezó a preguntar el martes al Ministerio de Asuntos Exteriores y al equipo del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por esta información y si constaba la presencia o el paso de la vicepresidenta venezolana por territorio español. En ambos casos se negó tal posibilidad.
En paralelo, aquel día se informó en un briefing en La Moncloa que Pedro Sánchez no recibiría en persona al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, y que sería con toda probabilidad la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, quien mantendría con él una reunión a su llegada a España el sábado 25. Así que España se encontraba en el epicentro de una lucha entre el Gobierno de Maduro y la oposición liderada por Guaidó.
El miércoles 22 fue la inauguración de Fitur y en las redes sociales se pudo comprobar que el jefe de la delegación de Venezuela en dicho evento era el ministro de Turismo, Félix Plasencia, así que obligatoriamente había tenido que llegar a Madrid en algún momento de los días previos.
Esa misma mañana, este diario tuvo el primer indicio por parte de una fuente de un posible encuentro en Madrid entre Ábalos y Delcy, aunque esta persona no sabía dónde, y que el primero había podido actuar en calidad de número dos del PSOE. Por la tarde, una segunda fuente confirmó el dato de la reunión y apuntó a que se había producido en Barajas.
La tripulación del vuelo tenía que descansar obligatoriamente. Así que Delcy Rodríguez iba a tener más de doce horas de 'escala técnica' en la capital española
Tras ello, Vozpópuli llamó al departamento de prensa del Ministerio de Transportes para preguntar si la información del encuentro en la capital era verdad y la respuesta fue una negativa… aunque a renglón seguido se añadió que, en realidad, con quien Ábalos se había reunido en su despacho había sido con Plasencia el lunes 21.
Quizás sin quererlo, fue el propio Ministerio de Transportes el que a la postre desataría el ‘Delcygate’ pues ese dato sobre el encuentro Ábalos-Plasencia era totalmente novedoso. No había ningún rastro de ese encuentro en la agenda del ministro de aquella semana. Tampoco ninguna mención en las redes sociales de ambos ministros. Y, en la práctica, se trataba de la primera reunión oficial entre alguien del nuevo Gobierno de coalición –que se había formado unas semanas antes- con un representante del Ejecutivo venezolano de Maduro.
Los datos de la tercera fuente
Por eso, este periódico abrió su edición del jueves 23 con la siguiente noticia: “Ábalos se reúne en secreto con un ministro de Maduro”. Esa misma mañana, una tercera fuente a la que se tuvo acceso confirmó la información sobre el encuentro Ábalos-Delcy y aportó datos muy contundentes.
Por ejemplo, la matrícula del avión, la compañía privada a la que se alquiló el aparato, la hora exacta del aterrizaje en Barajas, la presencia de un comisario de la Policía Nacional junto al ministro, el hecho de que Ábalos había estado dentro de la aeronave y que, tras ello, Delcy había accedido a una sala VIP del aeropuerto junto a su jefe de gabinete y varias personas más de su séquito.
Esa fuente relató a Vozpópuli que la vicepresidenta venezolana había pasado la noche en Madrid y que el plan de vuelo oficial indicaba que su avión había abandonado España a las 14.42 horas del mismo lunes 20 con dirección a Estambul. Luego se supo que Delcy había sido obligada a tomar un avión a Doha pasadas las 8 horas y que el vuelo a Estambul sólo lo había realizado la tripulación.
Media hora antes de la publicación de la noticia ese jueves 23, este medio llamó al equipo de prensa de Ábalos para preguntar de nuevo por la existencia de la reunión del ministro con la vicepresidenta venezolana. Y a diferencia del día anterior, se precisó que el encuentro había sido en Barajas y de madrugada. Un portavoz de Ábalos negó dicha reunión y tras ser advertido unos minutos más tarde de que se iba a lanzar la noticia, se reafirmó en su negativa.
Una vez publicado el ‘scoop’, el Ministerio de Transportes siguió negando durante varias horas la existencia de dicha reunión hasta que cerca de la medianoche se empezó a admitir desde La Moncloa la información. En los días sucesivos se fueron dando datos oficiales que avalaron la exclusiva.
La incógnita de las horas en blanco
En puridad, Delcy Rodríguez debía haber sido deportada a Venezuela al tener prohibida su entrada en el espacio Schengen. La 'número dos' del régimen chavista, conocida en España por llamar "mi príncipe" a José Luis Rodríguez Zapatero, 'atrapó' a Ábalos con esta visita inesperada en la que -todo apunta- quería mantener reuniones en Madrid.
La tripulación del vuelo tenía que descansar obligatoriamente en un hotel tras las horas de vuelo desde el país sudamericano y el siguiente enlace Madrid-Estambul estaba fijado para las 14.42 horas del lunes 20. Así que Delcy Rodríguez iba a tener más de doce horas de teórica 'escala técnica' en la capital española. Esas horas en blanco son la gran incógnita del 'Delcygate'.