El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha anunciado hoy que el ajuste necesario para cumplir el déficit de 5,8% en 2012 será de 37.500 millones de euros y el esfuerzo para compensar la recesión de 8.400 millones.
Al haberse aplicado antes la reforma laboral aprobada por el Gobierno, las listas del paro contabilizarían un millón menos de desempleados, al tiempo que esperó que estas medidas generen "efectos positivos" sobre el empleo a finales de este año y así "se modere" la evolución negativa del mercado de trabajo en el último trimestre. "El Gobierno está convencido de que la reforma laboral va a tener a medio plazo efectos positivos en el empleo a finales de este año", aseguró en un encuentro financiero organizado por Bankia y El País, para después incidir que, sobre todo, con los mecanismos de flexibilidad introducidos en la reforma laboral, España se habría "ahorrado" esta cantidad de parados.
En este sentido, aseguró que la reforma laboral es la de mayor "envergadura y la más sustancial y decisiva" de los últimos 20 años. "Sienta las bases para una recuperación virtuosa del empleo", enfatizó.
El ministro además justificó las previsiones de que la economía caiga un 1,7% este año y el paro se eleve por encima del 24% de la población activa porque el Gobierno "no habla de brotes verdes", y sí de "datos realistas". "Nunca dejaremos de dar a la sociedad la opinión más clara", garantizó el ministro.
CCAA y Gobierno en el "mismo barco"
De Guindos, ante la presencia del presidente de Bankia, Rodrigo Rato, exigió que los que "más tienen" se solidaricen con las medidas de ajustes y "arrimen el hombro", y defendió la limitación de los sueldos en las entidades financieras con ayudas públicas.
El titular de Economía, quien lamentó la "inercia heredada" del Gobierno de Zapatero, volvió a subrayar la contracción del crédito en España por encima de la UE y defendió el ajuste para recortar el déficit al 5,8%: "Todos estamos en el mismo barco", subrayó ante las peticiones de algunas regiones de aplicar un recorte del gasto menos intenso.
De Guindos aseguró que la agenda reformista del Ejecutivo "no acaba aquí" y avanzó una reforma de los organismos reguladores y la aprobación "en breve" de licencias comerciales para aperturas de pequeños comercios.
El ministro describió un camino de la economía hacía la recesión, pero resaltó la moderación de la inflación y las necesidades de financiación. Y mostró su confianza en que existe "luz al final del túnel". "La reforma bancaria permitirá poner las bases para que la economía vuelva a crear empleo, 2012 será un año duro, pero pondrá las bases del crecimiento futuro", remachó.