"Recuerdo cuando en Alemania hicimos las reformas del mercado laboral, intentando incorporar al mayor número de personas. El 'minijob' no es la solución, pero puede contribuir a reintegrar a personas que llevan mucho tiempo en el paro. La formación dual sí, es una gran ventaja en Alemania, donde tenemos una larga tradición en este aspecto. En España estoy viendo mucho esfuerzo para introducir este modelo, aunque las diferencias son notables en las cifras -Alemania tiene un paro juvenil del 7,8%-. Creo que la mentalidad de los españoles está cambiando respecto a los minijobs", declaraba Reinhard Silberberg en una entrevista radiofónica.
El embajador alemán en España alababa la actitud del Gobierno a la hora de emprender numerosas y dolorosas reformas, que en su opinión, empezarán a dar sus frutos a finales de año. "Creemos que España está en el buen camino, tenemos mucho respeto por lo que se ha hecho aquí. Se ha visto que necesitamos más integración europea en el ámbito económico, en políticas sociales, en aquello que no hicimos en Maastritch y que ahora tenemos que hacer, coordinando las políticas de los miembros de la zona euro. De todas formas siempre hemos dicho que las políticas de crecimiento y las de austeridad no forman un dilema, ya que se pueden combinar ambas", explicaba.
Silberberg no quiso aclarar si se ha terminado la austeridad como objetivo económico en Europa, pero sí afirmaba que pese a la obligación de continuar con una política que ponga en orden los presupuestos, hay que dar también estímulos al crecimiento. "En España por ejemplo, un problema de la economía española es el flujo del crédito. Nosotros tenemos varios programas, a nivel europeo a través del Banco Europeo de Inversión, y además con programas bilaterales de unos 2.000 millones de euros", informaba.
Buenas relaciones hispanoalemanas
El representante alemán defendía también que pese a que el tema principal en las relaciones entre España y Alemania es el económico y financiero, también existen otros ámbitos de estrecha colaboración, como el académico o el cultural. "En Barcelona se han registrado más de 1.000 empresas alemanas que dan trabajo a unas 50.000 personas, hay acuerdos de cooperación en el ámbito científico académico, y España es el país con más colegios alemanes reconocidos. Esta es la sustancia de las relaciones internacionales", exponía.
Además, afirmaba que desde Alemania no se percibe a España como el 'país del derroche'. "Definitivamente no, la imagen sigue siendo positiva y se debe a una larga tradición de relaciones muy estrechas entre nuestros países. España es un socio muy importante y hay equilibrio entre las exportaciones. Las empresas alemanas ya están aquí establecidas y siguen invirtiendo, porque el país es mucho más competitivo que hace dos o tres años", comentaba.
Silberberg también se mostraba tajante al afirmar que Alemania no manda en España, que sólo es un socio más: "Es un país importante, quizás la economía más fuerte o el país más extenso, pero no manda. Y no somos perfectos. Por ejemplo, el AVE en España funciona con mucha más puntualidad que los trenes rápidos en Alemania", decía el embajador.
Por último, el representante alemán expresaba su opinión sobre el estado de ánimo de España, que aún no ha caído en una depresión colectiva que decía entender porque en su momento Alemania también lo pasó mal, "pero con las reformas evitas caer en ello. Yo veo la voluntad de seguir con la agenda - ya han emprendido la reforma laboral, la de pensiones, falta la de la Administración Pública-, y no dudo que esto hará salir a España de la crisis", sentenciaba.
