Arturo Romaní, consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha durante el Gobierno de María Dolores de Cospedal, tiene previsto acudir este viernes a un notario de Toledo para depositar ahí las cuentas de la región. De acuerdo a fuentes cercanas al equipo de Cospedal, el nuevo Gobierno del PSOE-Podemos, liderado por Emiliano García-Page, se ha negado a efectuar un traspaso de poderes público.
Romaní se ha dirigido a su sustituto en el puesto, Juan Alfonso Ruiz Molina (PSOE), para transmitirle su "decepción" al tener constancia de que este no tiene intención de llevar a cabo ningún traspaso de poderes, ni entrega de cartera, ni formal, pública o privada. De acuerdo a las fuentes cercanas a Cospedal la intención del anterior Gobierno del PP en la Comunidad Autónoma era efectuar un acto con asistencia de medios de comunicación. Al acudir ante notario, al menos, señalan las fuentes consultadas, "la foto fija de la situación de las finanzas quedará bajo fe pública".
El gobierno del PSOE se ha negado a hacer ceremonias de traspaso de poderes
Las sospechas del equipo de Gobierno saliente de la región manchega es que el nuevo equipo de García Page pueda divulgar datos supuestos de déficit o facturas falsas con las que manchar el legado financiero del anterior Gobierno. Según las fuentes consultadas, tampoco los consejeros de Fomento y de Sanidad de Castilla-La Mancha han obtenido respuesta positiva por parte de sus sustitutos para llevar a cabo un traspaso público de las carteras de las correspondientes consejerías.
"Sería bueno el acto de traspaso y encuentros entre el consejero saliente y el entrante para añadir explicaciones a la documentación traspasada", señalan las fuentes. Romaní dejará constancia en "protocolo notarial de los documentos preparados sobre las finanzas de Castilla-La Mancha". El consejero de Cospedal se ha puesto en contacto telefónico con Ruiz Molina y este le ha trasladado su intención de no llevar a cabo acto alguno de traspaso de poderes. Vozpopuli trató de contactar con el nuevo consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, pero no fue posible.
La celebración del traspaso de carteras de un ministerio a otro, de un Gobierno a otro, de una consejería a otra, es un acto protocolario que al menos deja constancia de juego limpio entre partidos de distinta ideología que hasta ese momento se han enfrentado en campaña electoral. Siendo inusual la no celebración de dicho acto lo que resulta inédito es la decisión de acudir a un notario para dejar constancia de la labor realizada.
En las elecciones celebradas el pasado 24 de mayo el PP consiguió 16 diputados, frente a los 15 del PSOE y los dos de Podemos; Ciudadanos no logró ningún diputado y María Dolores de Cospedal perdió la mayoría absoluta con la que gobernó la pasada legislatura en Castilla-La Mancha. Emiliano García-Page y el secretario general de Podemos en la región, José García Molina, sellaron el 29 de junio, también ante notario, el acuerdo que ha posibilitado que el líder del PSOE fuera investido, la pasada semana, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
