Esperanza Aguirre insistió en su declaración ante el juez Carlos Valle que “no es cierto que se diera a la fuga y lesionara a un agente”, pero sí que pidió trasladarse a un lugar menos concurrido: “Temí en un momento que me pudiera ocurrir algo porque soy un personaje público y se arremolinaba mucha gente”.
“Si no te gusta el procedimiento se lo dices a tu amiguita Ana Botella”
La expresidenta de la Comunidad de Madrid comparecía este lunes como imputada por un posible delito de desobediencia, en relación con el incidente de tráfico en que se vio envuelta el pasado 3 de abril, cuando aparcó en un carril bus de la Gran Vía de Madrid y abandonó el lugar antes de que se le notificara la sanción correspondiente. Aguirre se quejó ante el juez de la actitud del agente de movilidad que denunció su infracción, que, según palabras de la declaración judicial recogidas por La Razón, llegó a decirle: “Si no te gusta el procedimiento se lo dices a tu amiguita Ana Botella”.
La expresidenta salía de los Juzgados de Plaza de Castilla “contenta” por poder explicar “por fin” su versión de los hechos. Durante los 45 minutos que estuvo ante el juez manifestó que, a diferencia del anterior, el agente que le puso la multa “estuvo en todo momento correctísimo”.
En su declaración relata cómo se detuvo en el carril bus porque necesitaba sacar dinero de un cajero. Al regresar del mismo observó que un agente la estaba multando y cuando éste le pidió su carnet de conducir lo entregó “inmediatamente”. Algo que contrastaba, aseguró con la "parsimonia" con la que el agente tomaba los datos. Acto seguido le dio la documentación del coche. “Le di una cartera en la que tengo toda la documentación, había muchísima gente”, momento en el que solicitó ir a una calle próxima. Aguirre describe el momento como “eterno, porque la gente empezaba a arremolinarse”.
"En ningún momento me dieron el alto, ningún agente de Policía me dijo que no arrancara el coche"
Llegó a decirle al agente, afirma, que no quería el resguardo de la multa porque no iba a reclamar, lo que hacía innecesario prolongar su presencia en el lugar. Es entonces cuando decidió “irse a su casa”, porque ya había entregado toda la documentación y en ningún momento el agente “le dijo que se parara”. Niega “que fuera perseguida o, al menos, se diera cuenta de que iban detrás los agentes de movilidad”. Asegura que en ningún momento “le dieron el alto, ningún agente de Policía le dijo que no arrancara el coche, simplemente que le tenía que dar el resguardo de la multa” que ella ya había rechazado.
Una vez en su domicilio, Aguirre, según aseguró en su comparecencia judicial, pidió “disculpas” a un agente y asumió los daños causados a la moto, manifestando que tenía el coche asegurado.
Su declaración se produce después de que la Audiencia Provincial revocase la decisión del juez, avalada por la Fiscalía, de juzgar estos hechos como una falta de desobediencia y de ordenar que se continuaran los trámites por delito. No obstante, el proceso puede concluir que los hechos constituyen una falta, la calificación inicial.