ETA ya no pondrá obstáculos a los militantes sin causas pendientes o cuyos delitos han prescrito que decidan abandonar de manera voluntaria sus escondites en distintas partes del mundo para regresar a Francia o España. Según informa la agencia Europa Press (EP), la banda terrorista se plantea usarlos como medida de presión contra el Gobierno para forzar una negociación sobre lo que los terroristas denominan "consecuencias del conflicto".
El denominado colectivo de exiliados y refugiados es, junto a los presos y el desarme, uno de los frentes que ETA mantiene como elemento de presión y, por ello, según las fuentes consultadas por EP, entre las opciones de ETA se encuentra incluso llevar a cabo una escenificación mediante un acto en el que se dé voz a estos huidos.
La banda terrorista ha probido tradicionalmente el regreso a sus militantes fugados y respondía a las solicitudes de retorno con la apertura de expedientes en los que la cúpula estudiaba cada caso y otorgaba permisos con cuentagotas. Ahora se ha abandonado esta política, dando vía libre para volver, una opción a la que se está acogiendo un importante número de etarras. La intención de los que vuelven no es necesariamente reintegrarse en las estructuras clandestinas de la banda. Algunos lo hacen con su pasaporte en regla por lo que hay casos de terroristas que han regresado incluso al País Vasco, advierten estas fuentes. Otros permanecen en Francia.
El Gobierno tiene constancia del regreso de etarras sin causas pendientes con la Justicia porque son los propios huidos los que acuden a los consulados y embajadas de España a solicitar pasaportes para regresar, conscientes de que no tienen cuentas pendientes con la Justicia.
Un mes después de reconocer este plan, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, negó que su Departamento haya "aprobado o elaborado" ningún proyecto que contemple facilitar el retorno de terroristas huidos. Así se lo dijo el ministro a la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, en primera reunión tras la polémica en torno al 'caso Bolinaga'. Una semana después precisó que su Ministerio lleva "meses trabajando" en lo que ha calificado como unos "estudios" sobre etarras huidos en el extranjero, pero matizó que no tienen por objeto facilitar el retorno de terroristas, sino "controlar" su posible llegada a España.