El vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, ha comparecido ante la prensa por el suceso producido anoche en el recinto Madrid Arena, en la Casa de Campo, donde fallecieron tres jóvenes. El recinto es propiedad de la empresa pública Madrid Espacios y Congresos, que no fue la organizadora de la fiesta, ya que lo alquiló a Diviertt.
El 'número dos' del Consistorio madrileño ha querido "dejar claro desde el primer momento" que el suceso se produjo "por causas ajenas a la infraestructura, condiciones y seguridad del recinto", mismas palabras que emplea el comunicado emitido por Madrid Espacios y Congresos. "La instalación reúne los requisitos de seguridad", ha insistido, y ha señalado que los hechos son "responsabilidad exclusiva del cliente".
Caos y petardos
Villanueva ha insistido varias veces en que no se superó el aforo, de 10.600 personas, puesto que se vendieron 9.650 entradas para la fiesta de Halloween en la que se produjo el suceso. También ha reiterado que la seguridad del recinto era adecuada y que estaba reforzada, aunque no ha respondido a las preguntas de la prensa sobre cómo pudieron introducirse los petardos y bengalas que originaron el desastre a pesar de los controles. De acuerdo con la Jefatura Superior de Policía, además de una bengala parece que en el interior del recinto se tiraron varios petardos, cuyas detonaciones pudieron hacer creer a los asistentes que se trataba de disparos, lo que ocasionó una estampida.
Según recogen varios medios de comunicación, durante la fiesta de anoche podría haber hasta 20.000 personas en el interior del Madrid Arena, casi el doble del aforo permitido. Asimismo, varios testigos han declarado a la prensa que sólo la puerta principal permanecía abierta, mientras que los demás accesos se mantenían bloqueados. La Policía está interrogando a algunos asistentes y al personal de la fiesta para conocer las circunstancias en que se produjeron los hechos.
Los testimonios de algunos asistentes, recogidos por la agencia Efe, coinciden en destacar el caos y el pánico que se produjeron en el recinto y que, según dicen, hizo que la situación se "fuera de las manos". Según estas declaraciones, la gente estaba muy asustada, aseguran que se agolparon unos con otros al producirse la estampida y que "no se podía respirar". Sobre el aforo, aseguran que "era prácticamente imposible bajar a la pista" por la cantidad de personas que allí se encontraban.
Según uno de los jóvenes, que ha colgado un vídeo del aplastamiento en su canal de YouTube, "el DJ dijo al empezar la fiesta que eran 40.000 personas".
Dos heridas, una de ellas en estado muy crítico
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, no ha comparecido ante los medios. Según Villanueva, la primera edil ha visitado el Instituto Anatómico Forense, donde se han practicado las autopsias a las tres fallecidas, así como a las dos otras jóvenes que permanecen hospitalizadas en el Doce de Octubre y la Fundación Jiménez Díaz, una de ellas en estado "muy crítico".
Las cinco víctimas se encontraban en un pasillo cuando se produjo la avalancha. Posteriormente fueron trasladadas a distintas zonas del local e incluso al exterior del mismo para ser atendidas por parada cardiorrespiratoria provocada por aplastamiento. Dos de ellas fallecieron en el recinto y la tercera, durante su traslado al hospital. Las fallecidas son Katia Esteban Casielles, Rocío Oña Pineda y Cristina Arce de la Fuente, de 18 años.
El Ayuntamiento de la capital ha decretado luto, si bien el vicealcalde no ha especificado su duración durante la comparecencia ante los medios de comunicación.