Un timador compulsivo al que se le conoce como el 'estafador de los ricos' ha vuelto a quedar en libertad tras ser detenido, por enésima vez, en un establecimiento hotelero de la localidad lucense de Outeiro de Rei, donde pretendía consumar un nuevo fraude tras pasar varios días de relax y comodidades.
La plataforma G.24.gal, dependiente de la Corporación Radio Televisión de Galicia, informa este viernes de que el delincuente era buscado por acumular 17 denuncias en juzgados de toda España, todas ellas relacionadas con estafas en las que los perjudicados fueron, por lo general, empresas de lujo y particulares de alto poder adquisitivo.
El timador, de nacionalidad peruana y de 28 años de edad, se presentó en el hotel lucense haciéndose pasar por un alto ejecutivo de una empresa minera de Canadá y ya tenía una deuda pendiente de unos 1.000 euros cuando fue detenido por la Policía. Desde allí fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional de Lugo y, tras ser puesto a disposición judicial, el responsable del Juzgado de Instrucción número 3 decidió ponerlo en libertad.
Larga lista de afectados por el 'estafador de los ricos'
Las correrías de este estafador profesional, que dice llamarse Darwin Grover, son de sobra conocidas por las fuerzas de seguridad tras haber atendido las denuncias de una larga lista de afectados por buena parte de la geografía española, especialmente en Cataluña y Madrid. A tenor de las informaciones publicadas por varios medios de comunicación en los últimos meses, la estrategia seguida por el tal Darwin para camelar a sus víctimas consiste, la mayoría de las veces, en presentarse como el hijo de un multimillonario con el fin de introducirse en los círculos de la 'jet set'.
Después, una vez ganada la confianza de sus nuevos 'amigos', no duda en empezar a dar 'palos' a diestra y siniestra mediante el alquiler de viviendas de alto standing o la reserva de lujosas suites hoteleras de las que se larga en cuanto empiezan a sospechar de él.
Se calcula que, solo en Barcelona, el falso millonario dejó deudas pendientes de unos 300.000 euros tras timar a los afectados con falsas transferencias bancarias internacionales o presentado documentos falsificados. También es muy aficionado a conducir coches de superlujo y a usar ropa de marcas de elite.
Dice padecer mitomanía, una adicción a contar trolas
Cuando es detenido, Grover afirma padecer tener mitomanía, un trastorno psicológico que al parecer le impulsa a mentir de una forma compulsiva. Lo cierto es que todo indica, a tenor de la larga lista de timados que ha dejado en la estacada, que contar trolas no se le da nada mal.