Pluriempleada. Ese será el estatus de Cristina de Borbón durante su estancia en Ginebra. La Infanta acaba de aterrizar en la ciudad suiza con “la misión” de coordinar los proyectos que la Fundación La Caixa tiene con diversas agencias de la ONU con sede en la ciudad suiza, tarea que compatibilizará con el trabajo en los programas de ayuda que la Fundación Aga Khan, también radicada en Ginebra, lleva a cabo en diversos países en vías de desarrollo. Cristina de Borbón recibirá de la Fundación Aga Khan, a cuyo cargo correrá también la instalación y mantenimiento del despacho, 300.000 euros al año, cantidad similar a la que ya recibe de La Caixa. En total, 600.000 euros anuales.
Con la hija del Rey Juan Carlos ya en la ciudad suiza, La Caixa ha querido aclarar los malentendidos originados por el traslado de su directora del Área Internacional -tal es su cargo en la entidad financiera- a Ginebra. “La infanta se va con el mismo sueldo que cobraba en Barcelona, que como todo el mundo sabe es de 300.000 euros anuales, y con tres billetes de avión al año, ida y vuelta, entre Barcelona y Ginebra. Eso es todo”, asegura una fuente cercana a la entidad de toda solvencia. “Pero La Caixa ni pagará la casa donde resida, ni el colegio de los niños. Eso tiene que quedar muy claro. La infanta se tendrá que apañar con la casa y con el colegio”.
Esos 300.000 euros que recibe de La Caixa no parecían suficientes para afrontar el elevado nivel de vida de abrir casa, cara, en Ginebra, pagar un colegio, caro, a los niños y mantener la residencia de Iñaki Urdangarin en Barcelona. La Caixa ha querido renovar su compromiso con la Casa Real en este asunto, “ma non tropo”. Consciente de los riesgos que a nivel de opinión pública corre la entidad, Isidro Fainé se ha comprometido con el Rey a mantener el estatus de la Infanta en Suiza, sin asumir ningún gasto más.
Y como ese estipendio no alcanzaba, la Zarzuela se ha visto obligada a llamar a la puerta de Karim al-Hussayni, el Aga Khan IV (actual imán de los ismaelitas chiitas), supuesto gran amigo de don Juan Carlos, para redondear los ingresos de Cristina, de forma que ésta y sus hijos puedan vivir desahogadamente en Ginebra, lejos del infierno en que para ellos se había convertido Barcelona. En 1997, Don Juan Carlos y Doña Sofía asistieron a la boda de la hija mayor del Aga Khan, Zahra, con el ex modelo inglés Mark Boyden, lo que parece probar la estrecha amistad existente entre ambas familias.
Las finanzas de los Urdangarin-Borbón, un desastre
Una fuente empresarial española, que reclama el anonimato, asegura que “desde que se acabó el chollo de Urdangarin en Estados Unidos que pagaba generosamente Telefónica, las finanzas de la familia Urdangarin-Borbón han sido un desastre. Tras su vuelta de Washington, a Iñaki se le recomendó que no llevara a la familia a Barcelona, porque no iban a poder soportar la presión. Así ha sido. La marcha de Cristina a Ginebra obliga a este nuevo apaño financiero, porque La Caixa no podía justificar mayores desembolsos con la Infanta. ¿Separación? No lo creo. Iñaki sabe que ese matrimonio es para él un seguro de vida, y Cristina sigue enamorada, así que…”
Lo que no queda claro es la naturaleza exacta del “trabajo”, si se puede hablar en estos términos, que la Infanta Cristina va a desempeñar en Ginebra, ni para quién va a trabajar en concreto. Lo que parece fijo, a tenor de la rotunda aclaración de La Caixa, es que el despacho correrá a cargo de la Fundación Aga Khan (de donde se infiere que la Infanta estará físicamente instalada en esa sede), y el sueldo será afrontado a partes iguales: 300.000 de La Caixa y otros tantos de la organización del Aga Khan.
Alguna prensa española ha destacado que la relación de amistad que une al Rey Juan Carlos con el Aga Khan y su familia servirá para arropar a Cristina tanto en el ámbito profesional como en el personal durante su estancia en Ginebra. La ya citada Zahra al-Hussayni, 42 años y ya divorciada del ex modelo inglés, hija mayor del “príncipe” Karim, es la responsable de la Fundación del mismo nombre con la que trabajará la Infanta, trabajo que supuestamente compatibilizará con los asuntos de su competencia en la Fundación La Caixa.
Boda de alto copete este mismo sábado
La Fundación Aga Khan es una agencia de la Aga Khan Development Network (AKDN), red que se define como “un conglomerado de agencias privadas, no confesionales y no gubernamentales, que trabajan para crear nuevas oportunidades y mejorar las condiciones de vida para las personas de algunas de las regiones más pobres de los países en vías de desarrollo”. Las agencias del AKDN cuentan con más de 80.000 empleados en 30 países, y se nutren de los rendimientos financieros de la fortuna del Aga Khan, estimada en unos 13.000 millones de euros, y de donaciones y aportaciones privadas.
De acuerdo con la agencia Europa Press, el Aga Khan IV casa este mismo fin de semana, 31 de agosto, en Ginebra, a su hijo y primogénito Rahim con una tal Kendra Spears, socióloga y modelo de 24 años, nacida en Seattle, EEUU, un acontecimiento que podría suponer el debut de la Infanta Cristina en la vida social ginebrina. Se ignora de momento si al enlace acudirá algún otro miembro de la Familia Real española. La agencia asegura que “los que tienen mayor amistad con el Aga Khan son el Rey y la Infanta Elena, de cuando vivía en París”.