"Tenemos danas dopadas". E irán a peor con el tiempo. Como la que sacudió Valencia a finales del pasado octubre serán las que vengan a partir de ahora, "intensas y extremas".
Así las perfila el físico, meteorólogo y divulgador José Miguel Viñas, quien ha alertado de que los fenómenos meteorológicos como el que ha arrasado Valencia serán la "nueva normalidad".
Esto se debe, según explicó el científico en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales durante la conferencia "De las gotas frías de ayer a las danas de hoy y mañana", entre otras causas a la subida generalizada de las temperaturas, es decir, al cambio climático. En este caso, a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo cual estaría provoncando que las danas sean más virulentas.
Un Mediterráneo que arde y danas "dopadas"
"El agua del mediterráneo este otoño ha estado entre uno y dos grados más caliente de lo que es habitual en estas fechas, por lo que el vapor, el agua que se evapora, está también más caliente", asegura.
De hecho, el pasasdo verano España sufrió tres olas de calor que provocaron que el mar se sobrecalentara. El 5 de agosto, la temperatura media en todo el Mediterráneo fue de 27,35 grados, uan medida de dos grados de aumento. Por ejemplo, en Mallorca, se registró una temperatura superficial del mar de 30ºC.
Este aumento del calor, añade, produce un aumento de la energía que circula en la atmósfera por lo que según Viñas "tenemos danas dopadas", con un exceso de energía que funciona como gasolina para estas precipitaciones.
La dana se "intuía" cinco días antes
Según el meteorólogo, la intensidad de la lluvia en Valencia del día 29 de octubre se intuía ya desde los mapas de previsiones del día 24. Por lo tanto, cinco días antes de que los ríos se desbordaran "el mapa era tan sorprendente" que explica que se fue a "consultar el mapa de la riada de Tous del 82 para ver los paralelismos”.
Sin embargo, en relación con las predicciones, sí admite que las danas pueden "girar" en el último minuto y desviarse como sucedió en Madrid en septiembre de 2023, cuando se alertó a la población mediante mensajes a los móviles de una fuerte DANA, la cual descargó finalmente en Castilla-La Mancha perdiendo además potencia en el cambio de rumbo.
"La predicción perfecta no existen porque una vez que diluvia, el agua fluye veloz. No hay tiempo para prepararse", explica, que sin embargo reivindica la necesidad disponer de buen sistema de alertas: "Aunque la predicción meteorológica no sea exacta, es imprescindible un buen sistema para salvar vidas".