Estado Islámico ha aprovechado la debilidad que sufren los Estados afectados por el brote de coronavirus para azuzar el odio entre sus fieles y agitar el miedo a atentados. “Deben recordar que lo que evita el tormento de Alá es realizar la yihad en Su causa y dañar a Sus enemigos”, dice el grupo terrorista en una de sus últimas publicaciones de la revista Al Naba, su órgano de comunicación.
Incluye estos mensajes en un editorial titulado “Las peores pesadillas de los cruzados”. Al Naba es el boletín de propaganda que usa Estado Islámico para informar de sus avances y acciones a sus seguidores, uno de los pocos medios de difusión que mantiene tras la pérdida de su califato. Eso les obligó a reinventarse hace ya un año hacia un modelo de organización terrorista similar a Al Qaeda, manteniendo presencia en diferentes puntos del planeta.
Estado Islámico -cuyo líder, Abu Bakr Al Baghdadi, fue asesinado en un ataque de EEUU- se refiere a la pandemia de Covid-19 para pedir a Alá que aumente “la tortura” de sus enemigos. “Lo último que quieren hoy es que este momento difícil de ellos coincida con los preparativos de los soldados del Califato para nuevos ataques contra ellos, similares a los de París, Londres, Bruselas”, dice Estado Islámico en esta revista que circula en foros de Internet y las redes que consumen sus seguidores. Corresponde a la edición número 226 y empezó a difundirse el 19 de marzo.
Según dicen, la seguridad se ha convertido en una de las preocupaciones más importantes de los gobiernos y recuerda que “se han asignado fuerzas de seguridad y ejércitos para ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad”. “Por todas estas razones, hoy están haciendo todo lo posible para limitar la posibilidad de que los muyahidin los ataquen en sus tierras cruzadas (...) eso ejercerá una presión y una carga adicionales”, añaden en este documento interceptado por la empresa AICS, dedicada a la monitorización de la amenaza yihadista.
El aparato de propaganda de Daesh compara el confinamiento de los ciudadanos de países occidentales con los musulmanes recluidos “dentro de prisiones estrechas, apiñadas en celdas donde el preso apenas puede se sientan o respiran sin dificultad” o los que están “en campamentos que no tienen los servicios mínimos que un humano necesita para sobrevivir”. “Le pedimos a Allah que los vengue y nos permita obtener todos sus cuellos”, continúa.
"Tendrá un gran impacto en el próximo periodo"
Incluye un mensaje para todas sus filiales cuando critica que “los cruzados” continúan hasta el día de hoy “bombardeando y matando a los militares en Khurasan, África Central, Somalia y otros lugares. “Deben tener en cuenta que las pérdidas financieras de los cruzados sus preocupaciones por inmunizar a sus países de sí mismos tendrán un gran impacto en el próximo período en el debilitamiento de sus capacidades para luchar contra los muyahidin”, advierte
En el siguiente número de la revista, Estado Islámico vuelve a referirse al virus, pero en este caso para criticar a quienes pensaron que era una estrategia de EEUU para debilitar a China. En ese sentido, afirma que todo sucede por voluntad de Alá y que ningún país puede hacer nada para evitarlo. Vozpópuli tuvo acceso a un ejemplo de la propaganda que difunden sus seguidores por Internet en el que vinculaban directamente la expansión del virus con la derrota de los islamistas en su último bastión del califato que habían instaurado en Siria.
También a mediados de marzo número Estado Islámico estableció una serie de consejos y recomendaciones para sus seguidores. Una de ellas era "que los sanos no entren en la tierra de la epidemia y que los infectados no salgan de ella". También "el requisito de abordar las causas para prevenir enfermedades y evitarlas" junto a otras recomendaciones básicas como taparse al bostezar o estornudar o lavarse la manos además de confiar en Alá.
