El ministro del Interior Jorge Fernández Díaz “sabía lo que iba a pasar [la polémica generada por su reunión con Rodrigo Rato]”, según Francisco Márquez, portavoz de Interior del Partido Popular en el Congreso. “Decidió con valentía que quería recibir a una persona muy querida por él”, pero puso condiciones, como no tratar asuntos personales. Si Rato habló de su asunto procesal, como ha asegurado el ex ministro, “lo que no puede hacer Fernández Díaz es taparle la boca”, opina Márquez. “Pero lo que sé es que él no entró en los asuntos procesales”.
Márquez ha estado al habla con el ministro tras conocerse, el pasado domingo, que mantuvo el 29 de julio una cita de una hora con Rodrigo Rato. “Que alguien tan conocido como Rato viniera al Ministerio del Interior era algo que evidentemente se iba a conocer”, asegura a Vozpópuli. Es precisamente por ello que, en previsión, Fernández Díaz le habría pedido que la reunión fuera en su despacho. Allí hay que dejar constancia en el registro de entrada. Entonces, ¿por qué sólo lo dijeron cuando salió publicado? “No negamos que sea noticia, pero nadie ‘ha pillado’ a nadie; haberle pillado habría sido tener una foto con él en un reservado de un restaurante”, concluye.
El escándalo de Fernández Díaz está siendo el cisne negro del verano del PP
El ministro tenía las explicaciones preparadas “incluso antes de que el PSOE quisiera hacer de esto un escándalo”. Este lunes Interior emitió una nota de prensa con cinco puntos en los que se argumentaba que: la reunión se hizo en el despacho por transparencia; el ministro puso como condición que no se hablara de temas personales; no hubo ninguna petición de actuación procesal; y aunque se hubiera hecho no tendría sentido porque el tema lo llevan cuerpos ajenos a Interior [a pesar de que la Unidad Central de Operaciones que le investiga depende de ese Ministerio]. Fernández Díaz intervino directamente en la elaboración de ese comunicado, según ha podido saber Vozpópuli.
El PSOE ha comparecido dos días consecutivos en rueda de prensa para pedir explicaciones y ha solicitado formalmente en el Congreso la comparecencia del ministro. Éste hará un alto en sus vacaciones y finalmente hablará sobre el asunto este viernes a las 9:30 de la mañana. Se desconoce qué diputados estarán presentes, ni si el jefe de la oposición Pedro Sánchez asistirá. La Comisión de Interior está formada por 43 diputados.
Este asunto, destapado por el diario El Mundo, está siendo el “cisne negro”, el hecho inesperado del verano del Partido Popular. Cuando casi todos los diputados, jefes de prensa y miembros del partido se habían marchado ya de vacaciones, una vez presentado de urgencia el proyecto de presupuestos, ha llegado este escándalo: El de la reunión del ministro y el imputado. El ex vicepresidente español y director del Fondo Monetario Internacional está imputado por el caso Bankia, blanqueo de capitales y el uso de las tarjetas black, y ya ha reconocido su fraude fiscal.
Ahora todo son vacaciones interrumpidas, como la del propio Fernández Díaz, y reuniones de emergencia para hacer control de daños. El portavoz en el Congreso Antonio Hernando promete más acciones este jueves, y se prevé un tono bronco el viernes. Califican el asunto como “la reunión de la vergüenza”, y se preguntan si miente el ministro al decir que la discusión fue personal, o Rato al asegurar a El País que sí hablaron de su asunto procesal.
El PP acusa a Ferraz de estar en un claro caso de “histeria política veraniega” porque ve que no le llegan las encuestas, y los populares les sacan ventaja. En el último CIS se distanciaban tres puntos.
Y así, mientras los socialistas se preguntan con ironía “¿a qué teléfono pueden llamar el resto de los imputados para pedir una cita con el ministro?”, desde el Partido Popular Márquez contesta: “¿Que a qué te teléfono? Al suyo personal”.