El devenir político de Canarias ha estado marcado desde los años ochenta por pactos estratégicos y rupturas que han configurado el panorama político insular y su relación con Madrid. Las alianzas entre Coalición Canaria (CC), el Partido Popular (PP) y el PSOE han oscilado entre la cooperación y el enfrentamiento, condicionadas por intereses estratégicos locales y nacionales.
En la política canaria, los pactos estratégicos son una constante, y CC se ha consolidado como experta en alianzas con la fuerza más débil en Madrid. Este patrón, que responde a la búsqueda de maximizar beneficios para las islas, se ha repetido desde la fundación de CC en 1993 y persiste en la actualidad.
Canarias tiene 2,2 millones de habitantes pero 18 millones de consumidores intensivos que son turistas: esto tiene un fuerte impacto en muchas empresas agrarias, ganaderas, textiles y logísticas peninsulares de Valencia, Galicia, Aragón, graneros electorales del PP, o Castilla y León, donde gobierna con Vox. Cambios de poder en las islas a mitad de legislatura pueden dañar el ritmo de pago de las ayudas europeas al transporte, producción agroindustrial o permisos de explotaciones de renovables. Zonas en las que el PP no quiere oír hablar de menas canarios provocando desgaste político a CC en las islas.
Desde los años de Manuel Hermoso y Román Rodríguez, CC ha mostrado una capacidad única para leer el tablero político nacional y adaptarse. En 1996, cuando el PP de Aznar necesitaba apoyos periféricos, los cuatro diputados de CC fueron esenciales. Sin embargo, con la llegada de la mayoría absoluta de Aznar en 2000, los nacionalistas buscaron un acercamiento al PSOE. Este modelo híbrido se consolidó entre 2003 y 2007 bajo Adán Martín, cuando CC pactó simultáneamente con el PP y el PSOE a nivel insular y regional. Martín creó el esquema de entrar en una legislatura con un partido y terminar con otro.
Con Paulino Rivero (2007-2015), la debilidad del PSOE en La Moncloa fue capitalizada por CC. En 2010, el respaldo de CC a los Presupuestos de Zapatero sin obtener contrapartidas significativas para Canarias provocó la retirada del PP del pacto de gobierno. En 2011, el PP ganó ampliamente en votos, pero empató en escaños con CC.
En una jugada política, Paulino Rivero (CC) eligió al socialista José Miguel Pérez como socio, dejando al PP en la oposición. Fernando Clavijo, entre 2015 y 2019, tejió acuerdos con los socialistas para reforzar su liderazgo regional. En la actualidad, desde 2023, CC mantiene alianzas simultáneas con PP y PSOE, reflejando su habilidad para balancear intereses insulares y nacionales.
El papel de Clavijo
Fernando Clavijo, presidente de Canarias con el PP en 2023 tras ser derrotado por el PSOE en 2019, ha mostrado maestría en navegar las aguas de la política fragmentada. A pesar de enfrentarse a procesos judiciales en el pasado, su liderazgo ha sido clave para estructurar un discurso moderado y pragmático. Prueba de ello fue su pacto con Pedro Sánchez por 100 millones de euros para la reconstrucción de La Palma tras el volcán de 2021, uno de los pocos acuerdos que ha mostrado eficacia.
Sin embargo, la alianza de CC con el PP en Canarias enfrenta tensiones crecientes. Mientras los populares bloquean la distribución de menores no acompañados (Menas) por presión de Vox, el PSOE instiga a CC a romper con Génova, 13. A la par, Clavijo trabaja silenciosamente en acuerdos alternativos con PNV y Junts para reforzar la posición nacionalista en Madrid sin depender del PP a efectos preventivos.
La historia demuestra que los pactos de CC con el PP rara vez cumplen su término completo, un reflejo de la fragilidad política en el archipiélago. Esta volatilidad genera incertidumbre en sectores clave como la gestión de fondos europeos, donde la ejecución presupuestaria queda comprometida ante cualquier ruptura política.
A medida que el PSOE canario se prepara para renovar a su líder, Ángel Víctor Torres, en enero de 2025, se vislumbra un panorama político marcado por la ambigüedad de CC y la presión nacional.
Canarias, con su política tribal y estrategias de supervivencia, sigue destacando por su capacidad de adaptación, convirtiéndose en un laboratorio político único en España. No es solamente CC: en Arucas, donde fue alcalde Ángel Víctor Torres, el pacto es entre PSOE y PP como en otros municipios mientras que en Fuerteventura es CC con PSOE.
Prueba de esa imaginación son los nombres de los acuerdos en las islas han tenido nombres como 'Pacto de Hormigón', 'Pacto de Hierro Dulce' o 'Pacto de las Flores' por la presencia morada de Podemos en 2019-2023 con PSOE, Nueva Canarias, ex ala izquierda de CC, y minoría gomera, ASG, escindidos del PSOE.