Los registradores se han aliado con la tecnología satelital para estudiar el área total afectada por la DANA y facilitar a los ciudadanos los trámites administrativos tras la tragedia. De acuerdo a las últimas estimaciones que manejan, más de 150.000 fincas han sufrido las consecuencias del temporal. Los datos los revela Luis Benavides, registrador y director del Servicio de bases gráficas registrales en el Colegio de Registradores, en conversación con Vozpópuli.
Benavides remite a los datos recogidos a través del Portal Registral de Emergencias (PRE), una herramienta que surgió a partir de la erupción de La Palma y que reúne datos sobre parcelas, fincas, edificios o construcciones dañadas por catástrofes naturales. Un procedimiento especialmente útil ante acontecimientos como los que se han vivido en Valencia.
“Aunque el origen del PRE está en el volcán de La Palma, pronto nos pusimos a pensar en aplicar el mismo sistema a cualquier emergencia en el territorio, pensando sobre todo en incendios, no en inundaciones, pero desde luego también es aplicable a lo que estamos viviendo ahora”, apunta Benavides.
Los registradores se basan en la información gráfica recogida por Copernicus, el sistema oficial de emergencias satelital de la Unión Europea, para geolocalizar las fincas registrales que se han visto afectados por la emergencia. Se trata de un sistema totalmente abierto, que los registradores han empleado para cartografiar el territorio y marcar las coordenadas de las fincas afectadas.
A medida que pasan los días y que las coordenadas han sido fijadas, los satélites aportan nueva información de forma progresiva. De acuerdo a las últimas estimaciones ofrecidas por los registradores, más de 130.000 fincas habían sufrido las consecuencias de la DANA. Sin embargo, en base a las recientes actualizaciones satelitales, la cifra se eleva a 156.549, tal y como desvela el propio Benavides.
El procedimiento no sólo sirve para arrojar valiosas estimaciones estadísticas; su función principal está destinada a ofrecer información a los ciudadanos sobre el estado de sus fincas y, de este modo, iniciar todos los trámites administrativos necesarios para solicitar las debidas indemnizaciones.
Así, el PRE ofrece a los ciudadanos toda la información posible cuando ocurren circunstancias excepcionales que les obligan a abandonar sus propiedades: “Ante el riesgo que supone establecerse en los alrededores de la emergencia, el afectado podrá recurrir a la aplicación para verificar el alcance geográfico que ha tenido la catástrofe y comprobar si realmente ha perjudicado su propiedad o se encuentra en el área del perímetro afectado”, apuntan los registradores.
Según Benavides, lo que permite el PRE es “localizar una parcela o finca mediante un visor, clicar, seleccionar y solicitar la información al Registro: “Es un medio visual y práctico para obtener información y acreditar los datos ante la administraciones”.
La herramienta no sólo está a disposición de los ciudadanos, también de instituciones y administraciones, con el objetivo de ayudar en la reorganización y reconstrucción de las propiedades de las zonas dañadas y valorar también el alcance de la catástrofe natural. También, para gestionar las ayudas con más información sobre el alcance de los daños.
