Barones territoriales y cuadros medios del PP no entienden qué espera la cúpula dirigente del partido para iniciar de inmediato las actuaciones judiciales que ayer anunció el secretario de Organización popular, Carlos Floriano. De hecho, su comparecencia ante los medios de comunicación iba destinada a tranquilizar a todos aquellos que creen que el partido debiera hacer actuado ya ante los tribunales como ha hecho, por ejemplo, el expresidente del Gobierno, José María Aznar, que presentó una querella contra el diario 'El País' por acusarle de idear el sistema de sobresueldos en dinero "B" o ya mismo la exministra Ana Palacio, que según los papeles, habría recibido 6.000 euros.
Esta inquietud se puso de manifiesto durante la reunión que la "número dos" del PP, María Dolores de Cospedal, mantuvo con los secretarios generales de las organizaciones terrioriales del partido el pasado lunes. La cita estaba prevista para abordar la preparación de las elecciones municipales pero al final se centró en la cuestión de los papeles del ex tesorero, del supuesto pago de sobresueldos y de las denuncias del partido.
Sin embargo, el compás de espera, con el argumento de que es necesario presentar bien fundamentadas las demandas o querellas, ha servido para replantear qué se hará con Luis Bárcenas, dado que éste no sólo ha negado no haber manejado dinero no declarado, ni haber pagado sobresueldos, sino que incluso ha negado la autoría de los apuntes contables que ha publicado el diario que dirige Javier Moreno, tal y como él explicó la pasada noche a 13tv. Además, el ex tesorero acudirá mañana a la Fiscalía Anticorrupción, de cuya declaración dependerá si el PP le incorpora a ese "a todos" que pronunció tan tajante Floriano aunque se cuidó muy mucho de citar nombres.
Más claro lo tiene el PP contra el abogado y declarado amigo de Bárcenas, Jorge Trías Sagnier, cuyas declaraciones a 'El País' han sido recordadas hoy mismo. Trías ha asegurado que existía tanto esa contabilidad "b" con la entrega de sobresueldos. Cabe destacar que el PP siempre ha considerado que fue él el origen de la filtración de los papeles al diario, por lo que, en principio, no parece que se vaya a librar de ser demandado.