Tal día como hoy, 28 de mayo, pero hace un año, Isabel Díaz Ayuso arrasaba en los comicios autonómicos para lograr una mayoría absoluta de 70 diputados, cinco más de los obtenidos en 2021, cuando adelantó las elecciones para adelantarse a las mociones de censura que se estaban aplicando en diferentes Comunidades Autónomas del país para dinamitar sus respectivos Ejecutivos.
En 366 días, pues 2024 es bisiesto, el Gobierno regional de Madrid ha afrontado una serie de retos políticos, económicos y sociales de enorme envergadura, a la altura de lo que supone liderar la región más próspera de España. De Ayuso sabíamos poco o nada, hasta 2019, cuando el Partido Popular apostó por ella para las elecciones de hace cuatro años.
El defenestrado Pablo Casado, otrora líder del PP, vio en Díaz Ayuso y Martínez-Almeida un perfil de discurso beligerante frente al hastío que sufría el centroderecha en aquel momento, teniendo a Vox soplándoles el cogote, con Sánchez recién aterrizado en la Moncloa y las encuestas apuntalando un descalabro en Madrid, el templo popular por antonomasia. Además, su ideología económica bebía del liberalismo que tanta gloria había traído al partido en épocas pasadas.
Apadrinada por Casado, Ayuso fue viceconsejera de Justicia de la Comunidad de Madrid, portavoz en el Parlamento y diputada de la Asamblea entre los años 2011 y 2019. Pese a pasar de 48 diputados en 2015 a 30 en 2019, el Partido Popular renovó su Gobierno en la Comunidad de Madrid gracias a un pacto Ciudadanos, a quien terminaría absorbiendo años más tarde.
Desde aquel momento, la popularidad y el buen hacer de sus políticas provocaron un despegue de su figura como pocas veces antes habíamos contemplado en España. Del anonimato popular a la aclamación. Sin embargo, los malos resultados electorales del PP en 2019 tenían al Ejecutivo regional pendiendo de un hilo constantemente.
Tanto es así que, ante el temor a una moción de censura como la sufrida contra López Miras en Murcia, Ayuso movió ficha primera, disolviendo el Gobierno con Ciudadanos y convocando elecciones anticipadas.
Finalmente, y pese a las mociones registradas por Más Madrid y PSOE, las elecciones tuvieron lugar en 2021, con un aumento de 35 diputados para el PP, que alcanzaba los 65, a solo dos de la mayoría absoluta.
Con todo bajo control, Ayuso al fin pudo poner en marcha sus medidas en la Comunidad de Madrid. La apuesta por la inversión extranjera, las ayudas al comercio y la hostelería en plena pandemia de la Covid-19 y la bajada masiva de impuestos fueron tres de los principales pilares que pusieron a la presidenta como la política más trascendente del momento, solo por detrás del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El 28 de mayo, España volteó el mapa autonómico y municipal en favor del PP, un empuje que no logró repetir dos meses después, el 23 de julio, cuando Pedro Sánchez sobrevivió a su propio plebiscito popular renovando el Gobierno de coalición.
Abocados a mantener una oposición constante frente al Ejecutivo, la Comunidad de Madrid se convirtió en el foco de Sánchez, con quien ha tenido un año de continuos enfrentamientos, desgaste y zancadillas en materia política y social.
Primer año de la mayoría absoluta de Ayuso
La Comunidad de Madrid se puso como meta sacar adelante 158 iniciativas, de las cuales 35 serían leyes y 123 decretos. Entre sus hitos más destacables se encuentra la deflactación del IRPF por segundo año consecutivo, además de deducciones por arrendamiento de viviendas vacías o por cambio de vivienda a un municipio declarado en riesgo de despoblación.
A nivel sanitario, la construcción del nuevo edificio del Hospital Universitario 12 de octubre y el centro de atención diurna para pacientes con ELA en el Zendal. En materia de vivienda, el Plan de Choque, Plan Alquila o Mi Primera Vivienda.
Apuesta por la danza, el flamenco y una especial atención a los espectáculos musicales de toda índole. La luz verde para el proyecto de la Ciudad de la Justicia o las becas al estudio valoradas en 245 millones de euros para un total de 680.000 alumnos. En 2023, Madrid aglutinó el 54,3% de la inversión extranjera en España. Un éxito sin precedentes.
La digitalización de la Administración es otro de los proyectos puestos en marcha. En definitiva, pasos importantes en un ambicioso programa de Gobierno que aspira a seguir haciendo de Madrid la región más próspera del país.
Logros, todos ellos, empañados por la lucha política que Ayuso mantiene con Pedro Sánchez y su Ejecutivo desde hace mucho tiempo. Han chocado en forma y fondo por infinidades de asuntos. Desde cuestiones protocolarias como el incidente con Bolaños el 2 de mayo del año pasado a asuntos crónicos como la batalla por la Sanidad.
La marcha de Mónica García al Ministerio ha supuesto un giro de 180 grados para Ayuso, que ha frenado en seco las mareas blancas y ha trasladado todos los inconvenientes a una confrontación constante con la exportavoz de Más Madrid en la Asamblea.
La gestión del agua, la llegada de migrantes, la postura en la guerra entre Israel y Hamás, el conflicto con Milei, la ley de amnistía, el conflicto de su pareja con Hacienda o el de Begoña Gómez con la justicia, entre otras muchas cosas, han puesto a Ayuso en la primera línea mediática del Partido Popular.
Ella y Feijóo son las dos caras visibles de una formación que lucha por desalojar democráticamente a Pedro Sánchez del palacio de la Moncloa. Ayuso, amada para una gran parte de los madrileños, los cuales llevan cinco años renovando su confianza en ella, y poco apreciada desde el Gobierno central y la izquierda española, quien ve en sus medidas y su discurso el verdadero enemigo a las puertas. Y quedan tres años más aún.
Antipopulista
Y por sacar mayoría absolutísima la extrema izquierda y el Sanchismo, que od.ian las urnas y a los ciudadanos cuando no ganan, se pasan el día inventándose bu.los contra Ayuso y demostrando lo ma.chistas recalc.itrantes diciéndole cualquier barba.ridad y su o.dio irracional. A la izquierda solo le gusta la "democracia" cuando ganan ellos, cuando pierden despre.cian al que gana y al que vota libremente.
Vergilius
Sobra Judas en esa foto.
Elfrutero
El Partido Podrido quiere absorber a VOX sin ridiculizarlos... Me lo explican?
Wesly
En definitiva, estamos en manos de un psicópata narcisista que, porque así lo ha decidido él mismo, es fácilmente chantageable tanto por los socios que él ha elegido como por gobiernos de otros paises, representándose sólo a sí mismo y no al gobierno y no digamos ya al Parlamento. El daño que está haciendo Pedro Sánchez es enorme.
ma
Con un tipo marginal del IRPF del 52%, claro que en Cataluña es del 57 Madrid ciudad prohibiendo la circulación de coches y convirtiéndolo todo en un carril bici. Mejores que la PSOE, pero nada buenos
Helena
No Son todos "la" El laísmo existe, pero cuando no se saben las reglas, se pone siempre "le" y se incurre en leísmo" Cuando ella ha sido la "sacudida" y la " apuñalada" y la"navajeada" por otros, se escribe "la" No se dice "la dije" o "la doy"; porque lo dicho o lo dado no es ella, sino una palabra o una cosa. Hay una regla que me ensañaron en el colegio, y es que se pone la cuando la oración se puede de ir en voz pasiva: "ella ha sido navajeada por ellos", "ella ha sido sacudida por ellos" Pero no se puede decir "ella ha sido dicha por ellos" por ejemplo en el caso del laísmo. Por tanto, lo que escribe Vara está mal y lo que dice usted también Un saludo
nosoy
Creo que la que esta confundida es usted, el "le" es correcto y el "la" es lo que se denomina laismo
Carmen 777
¿Lider en inversión? o más bien, en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Isabel Díaz Ayuso no es parámetro, ni medida de nada, por no saber, ni sabe elegir novio que es un CORRUPTO que se pasa las normas fiscales y urbanísticas por el forro. Por favor, dejen de alabar a la Ayuso, ya está bien de tanto peloteo. Esta individua deja a los distritos del extrarradio sin médicos y desde luego no practica una política de igualdad, el que Más madrid, PSOE, Podemos, sean nefastos no significa que PP-Madrid sea modelo de NADA.
Didac Fontdelgat
"Desenchufar a los partidos del presupuesto sería empezar a desenchufarlos del Estado dejándolos en la sociedad civil o política, donde han de estar" Eso es lo único con cierto sentido de toda esa parrafada pretendidamente ingeniosilla. Un Rubén Amón II NO, POR FAVOR ¿Se vuelven a llevar los cultiparlas de cerebro hueco? Parece que si. Que vuelva cuando se haya mayor. O madure, mejor dicho.
Stephen Dedalus
Lean ustedes hoy a Hughes en La Gaceta de la Iberosfera, "A los dos lados del Pecos". Él no está sibvencionado por Ayuso para su propia propaganda.