Jean Marie Le Pen quiso establecer una antena ideológica en Canarias justo en el proceso de incorporación de España en la UE. Causalidades de la geopolítica, estas cosas en las islas nunca son fortuitas, algún hilo debió moverse en Madrid porque quien desactivaría esos intereses sería Hassan II. En aquella época Canarias era, y es a efectos institucionales, un hervidero contra la agenda marroquí en el Sáhara, estaba reciente el 'No' de la islas más cercanas a Marruecos en el referéndum de incorporación de España a la OTAN y la izquierda pacifista tenía las calles tomadas contra una base de microsatélites que se pretendía implantar en El Hierro, que oficialmente sigue en la agenda del Ministerio de Defensa y que Vox reclamó nuevamente en noviembre de 2020.
En ese contexto, Le Pen, gran conocedor de Las Palmas y Tenerife porque venía a las islas por trabajar en la pesca industrial y hacer cambios de tripulaciones y comprar hielo, en 1990 vino a Canarias en misión no anunciada del Frente Nacional. "En Tenerife me disloqué el hombro y debí hacerme un cabestrillo", apunta Jean Marie Le Pen en unas memorias de 2018 tituladas 'Hijo de la nación' sobre uno de sus giras al archipiélago. Curiosamente, se enteró de su presencia en Canarias el rey de Marruecos, Hassan II; que le habría hecho cambiar de opinión sobre su agenda en Las Palmas. Hassan II le mandó un avión privado a Gran Canaria para que se fuera a Agadir a ver barcos sardineros y después lo recibió en Dar-al-Mahkzen, sede de la Prefectura Real de Rabat.
En una entrevista publicada en 2007 por 'La Gazette du Maroc' Jean-Marie Le Pen habla de su encuentro causal con Hassan II en Rabat y cómo una llamada en medio de las islas le desactivó la agenda con la sugerente idea de ponerle avión privado y visitar la costa continental sahariana. "En los años 90 estaba de viaje por Canarias con mi grupo parlamentario. Y el rey Hassan II nos invitó a Marruecos. Vinimos, hicimos una gran gira por varias regiones, especialmente en el Sahara", afirmó el antiguo líder ultraderechista francés. En ese mundo del FN sobre Canarias ha tenido especial interés Aymeric Chauprade, autor en 2004 (10 años antes que Repsol hiciera prospecciones en las aguas españolas cercanas a las islas de Fuerteventura y Lanzarote) de un ensayo llamado 'Una nueva geopolítica del petróleo en África'. El ex asesor de Marine Le Pen y geopolitólogo fue después de publicar ese texto donde menciona algunos detalles de las islas, entre 2006 y 2009, profesor en la Real Colegio de Enseñanzas Militares Superiores del Reino de Marruecos y el diario francés Maghreb Confidential lo cita como "experto de Marruecos para el Sáhara Occidental".
¿Qué se cocinaba en Canarias?
Le Pen, el fundador del Frente Nacional francés, estuvo buscando la manera de inyectar dinero a partidos canarios a finales de los 80 y principios de los Noventa, antes de que múltiples partidos nacionalistas canarios de diverso pelaje se fusionaran en lo que ahora es CC. En 1994, primer año de gobierno de esa unidad nacionalista, el nuevo gabinete nacionalista de Canarias lanzó un mensaje a navegantes para tranquilizar aquel Gobierno central en Madrid que poco antes amenazó con aplicar en la región el artículo 155 de la Constitución Española para desactivar la autonomía canaria por insumisión fiscal: dio la medalla de oro de las islas, la más alta condecoración autonómica, al Tercio Don Juan de Austria de la Legión ubicado entonces en Fuerteventura.
Le Pen aterriza con sus intereses en Canarias en un periodo muy complejo dado que Madrid estaba negociando con Bruselas la incorporación de las islas con un protocolo especial de adhesión a la UE que tenía a las islas fuera de la unión aduanera, de la parte pesquera de la PAC y de la política comercial. Canarias a efectos aduaneros y de la política pesquera común (PPC) era un tercer país y precisamente eso sería lo que llevaría a Le Pen a sondear un establecimiento permanente del Frente Nacional en las islas porque en aquella época pateras no llegaban a Canarias.
Cortocircuito
Desde la formación de Le Pen se dirigieron a un partido en Las Palmas, Aigranc, que en su momento formó parte de las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), germen de Coalición Canaria (CC) en 1993. Los contactos se confirmaron por cartas enviadas en 1986 desde Barcelona y Ginebra a la dirección del partido ofreciendo "apoyo económico ilimitado" y firmada con pseudónimos franceses, quizás por medidas de seguridad si se descubría a injerencia del partido derechista francés en asuntos internos de España, a la atención de los dirigentes canarios Carlos Bosch Millares y Arturo Cantero Sarmiento. "En la ejecutiva del partido este asunto no sé llegó a debatir pero supimos de la existencia de esos intereses", señala a VozPópuli un antiguo integrante de la ejecutiva del partido, que agregó: "las cartas llegaron a la gente correcta y hubo un cortocircuito"
A esos líderes canarios, entonces metidos en faena por la integración de Canarias en la UE, en las cartas remitidas se les invitaba a una reunión en diciembre de ese 1986 con el padre de Marine Le Pen en París para "cuantificar la parte económica que necesiten, entre otras cosas, y que no tendrá límite por nuestra parte", señalaban las misivas. Los dos dirigentes no respondieron a las peticiones de encuentros en París. Jean Marc Brissaud, entonces secretario general del partido de extrema derecha francés, al contrario de Bosch Millares y Cantero Sarmiento, dijo no saber nada de contactos con fuerzas políticas canarias. En aquella época en Canarias era presidente autonómico Jerónimo Saavedra (PSOE) y desde 1987 Fernando Fernández (CDS).
Pero esto quedó solamente en algunos cruces de cartas. Le Pen tenía especial interés en conocer encaje de las islas Canarias en la UE por el impacto que podría tener sobre los departamentos franceses de Ultramar dado que el esquema de adhesión de todos esos territorios ya se suponía entonces que iba en esa dirección, como ocurre actualmente con el artículo 349 del Tratado de Lisboa sobre nueve regiones ultraperiféricas de la UE y donde comparten especial protección vía ayudas de Estado, entre otras, Canarias, Madeira, Martinica, Azores, Reunión o Guadalupe.
EDDDO
Interesante
pangea
Este psicópata de la Moncloa miente más que habla. No ha hecho nada ni por Madrid ni por nadie, excepto propaganda, pagada por todos los españoles, vacaciones a costa de todos nosotros y utilización del falcon para unos cuantos kilómetros, cuando le ha dado la gana, hasta para acudir a fiestas particulares. Muñidor de mociones, agitaciones liquidación de Ciudadanos. Doña Inés ha caído en la garras del don Juan de la política. supongo que a cambio de hundir a Ciudadanos, le regalará un puesto en el PSOE.