"Es probable, sí, no lo descartamos". Esa es la declaración de un mando de la Guardia civil ante la posibilidad de que hubiera muertos en suelo español en la tragedia de Melilla, recogida en una investigación de la ONG Lighthouse Reports, con sede en Países Bajos. La reconstrucción de los hechos y los testimonios de los inmigrantes apuntan a que hubo inmigrantes que perdieron la vida en territorio nacional; al menos uno de ellos, al que llaman bajo el apelativo de Anuar, aplastado en la avalancha que se registró en la puerta que marca la frontera en el puesto del Barrio Chino. El Ministerio del Interior, por su parte, lo califica de "hipótesis" y "conjeturas" que "carecen de cualquier base probatoria seria".

La investigación de Lighthouse Reports, publicada por un consorcio internacional de medios que incluye a los diarios El País, Le Monde y Der Spiegel, pone en entredicho las versiones oficiales ofrecidas por Marruecos y España en torno a los acontecimientos del pasado 24 de junio, en los que perdieron la vida al menos 23 personas -las ONG elevan la cifra de desaparecidos al menos a 70 inmigrantes-.

Una de las entrevistas más reveladoras es precisamente la del mando de la Guardia Civil, a quien mantienen en el anonimato. Según su declaración, la posibilidad de que hubiera muertos en territorio español es elevada. Porque el lugar exacto en que se produjo la tragedia fue en la puerta que marca la frontera entre España y Marruecos, en el puesto del Barrio Chino. Los agentes del Instituto Armado, en clara inferioridad numérica, retrocedieron hasta posiciones más seguras, dejando el espacio vacío.

Según la investigación, los gendarmes marroquíes cargaron contra los inmigrantes que habían quedado embolsados en el puesto fronterizo, lo que provocó una avalancha que hizo ceder la puerta. Los inmigrantes se precipitaron al suelo, entre la asfixia, los gases lacrimógenos y las heridas. “Es probable que haya alguno [muerto] aquí, es más probable que haya casi todo ahí. Y puede haber alguno que tenga la mitad del cuerpo en cada lado. Cuando un país lo separa una línea, una persona ocupa más de una línea”, afirma el mando de la Guardia Civil en la investigación.

A partir de las imágenes recogidas, así como con algunos archivos inéditos hasta la fecha, la ONG ubica a al menos una persona muerte en suelo melillense. Es un inmigrante al que identifican como Abdul Aziz Yakub, conocido con el sobrenombre de Anuar entre sus compañeros. Uno de ellos, Ibrahim, narra los golpes de los gendarmes marroquíes sobre Anuar, cuando estaba tendido en el suelo, lo que habría provocado su fallecimiento.

La atención de los heridos

A través de tecnología 3D y de fijar sobre el mapa algunos de los puntos más reconocibles de las imágenes, la investigación concluye que al menos esta persona perdió la vida en Melilla; una afirmación que contrasta con las valoraciones hechas hasta la fecha por Fernando Grande-Marlaska: “No hubo ningún muerto en territorio español”, ha repetido en varias ocasiones.

La reconstrucción de Lighthouse Reports también incide en la falta de atención médica que recibieron los inmigrantes. Los gendarmes marroquíes se hicieron cargo de la gestión del puesto fronterizo del Barrio Chino, una vez había quedado colapsado tras el salto masivo. Los inmigrantes que llegaron a Melilla, la mayoría de ellos sudaneses, quedaron bajo vigilancia de la Guardia Civil, e inmediatamente se tramitó su devolución al reino alauí. El Defensor del Pueblo ya apuntó sus dudas de que se respetaran sus derechos al desatender sus peticiones de asilo.

Los inmigrantes quedaron en una situación de gravedad cuando fueron devueltos a Marruecos. Durante al menos tres horas -siempre siguiendo las conclusiones de la investigación- permanecieron tumbados, mezclados los heridos con los muertos y bajo las inclemencias del sol. Algunos de ellos fueron arrastrados desde territorio español.

Numerosas ambulancias aguardaban en Marruecos, pero sólo se habrían empleado para el traslado de cadáveres. En Melilla hubo una, que permaneció a cien metros del lugar de los hechos. La versión oficial lo justifica en razones de seguridad, con motivo de la crisis de seguridad que se estaba registrando en la valla.

La versión de Interior

Ante las revelaciones de la ONG, el Ministerio del Interior ha emitido una nota de prensa en la que muestra su malestar por que "se difundan hipótesis y conjeturas que carecen de cualquier base probatoria seria": "Este artículo no desvirtúa en ningún momento la realidad de los hechos: la actuación de la Guardia Civil fue absolutamente proporcional, profesional y ajustada a derecho, el trabajo de la Guardia Civil no tuvo ninguna incidencia en los fallecimientos, y ninguna muerte tuvo lugar en territorio nacional".

El Ministerio del Interior ha emitido una nota de prensa en la que muestra su malestar por que "se difundan hipótesis y conjeturas que carecen de cualquier base probatoria seria"

Asimismo, "lamenta por último que determinados partidos políticos traten de instrumentalizar una tragedia como la del 24 de junio recurriendo a especulaciones periodísticas".

Investigaciones abiertas

La tragedia del 24 de junio ha dado pie a investigaciones oficiales para tratar de aclarar los términos de los sucesos. La Fiscalía General del Estado y el Defensor del Pueblo aún mantienen abiertas sus pesquisas, tras requerir al Ministerio del Interior todas las imágenes a su disposición: las grabadas por las cámaras de seguridad, por el helicóptero de la Guardia civil y por un dron. Consideran que hay un lapso de tiempo que no está incluido en las vídeos ofrecidos.

Desde el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, no obstante, aseguran que se han entregado todos los vídeos grabados: "se estableció un sistema redundante, mediante los aparatos de captación de imagen del helicóptero y del dron de la Guardia Civil, con el que en todo momento se pudo contar con al menos una cámara grabando, manteniendo de esta forma ininterrumpido el apoyo aéreo".

Fuentes oficiales de Interior manifiestan su "más firme respaldo a la actuación de la Guardia Civil y reafirma que actuó de forma proporcional, ajustada a la legalidad y firme ante un intento de asalto violento a nuestra integridad territorial": "Es cuando menos decepcionante y sorprendente que se hagan acusaciones de gran gravedad sin el sustento de ninguna prueba. Absolutamente nadie, ni la Guardia Civil, ni la Gendarmería, ni la Fiscalía General del Estado, ni el Defensor del Pueblo ni las autoridades marroquíes sostienen que las muertes tuvieron lugar en territorio nacional".

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