La Guardia Civil niega que existan contradicciones entre la información facilitada por su director general, Arsenio Fernández de Mesa, y la proporcionada por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Es más, señala que ambos "coinciden plenamente en la utilización como "trazas en la mar" de las pelotas de goma y, en ningún caso, disparadas directamente contra los inmigrantes".
En la misma línea, la Guardia Civil recalca que en los resultados de las autopsias realizadas a los cadáveres de los subsaharianos encontrados en aguas españolas consta que su muerte "ha sido por asfixia por inmersión y no presentan daños que pudieran haber sido realizados por el material antidisturbios, lo que viene a certificar cuanto se ha estado declarando".
"Por todo ello, se rechazan de plano las acusaciones de haber faltado a la verdad y de contradecir las palabras pronunciadas por el Ministro de Interior en la Comisión del Congreso de los Diputados", finaliza.
La Dirección General de la Guardia Civil reiteraba este viernes que el director general de este Cuerpo ha informado en cada una de sus comparecencias públicas "y con los informes correspondientes en cada momento" de la utilización de medios antidisturbio "incluso en la mar" durante los incidentes registrados en Ceuta el pasado día 6 y ha recalcado, igualmente, que "en ningún caso" los agentes dispararon directamente contra los inmigrantes.
Interior, a la espera de tener noticias de Malmström
El Ministerio de Interior aseguró este viernes que la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, no se ha puesto en contacto con el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz para trasladar su preocupación sobre el empleo de pelotas de goma en la frontera de Ceuta, según han informado a Europa Press fuentes del Gabinete de Interior.
Malmström se ha declarado este viernes "muy preocupada" por estos hechos y ha reclamado explicaciones a las autoridades españolas por este "grave asunto". "Muy preocupada por el hecho de que la policía fronteriza española utilice balas de goma para disuadir a los inmigrantes en Ceuta", ha escrito Malmström en su cuenta de Twitter. "Espero aclaraciones de las autoridades", ha agregado.
No obstante, la comisaria europea no se ha puesto en contacto con el Ministerio para interesarse por lo sucedido, según fuentes del departamento que dirige Jorge Fernández Díaz.
La comisaria de Interior ya chocó a finales del año pasado con Fernández Díaz a cuenta de la instalación de cuchillas en la valla fronteriza de Ceuta. Aunque admitió que las concertinas no vulneran el derecho de la UE, sostuvo que no son eficaces porque no frenan la entrada de inmigrantes sino que les hacen llegar con más heridas y apostó por medidas alternativas.
Aparece un nuevo cadáver
Un equipo de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta ha recuperado este sábado alrededor de las 10:00 horas, en aguas de la bahía sur de la ciudad autónoma, el cadáver de otro joven subsahariano supuestamente fallecido el 6 de febrero durante el intento de entrada en grupo desde Marruecos que protagonizaron varios cientos de indocumentados.
Según han informado fuentes de la Benemérita a Europa Press, el cuerpo sin vida se encontraba flotando a aproximadamente tres kilómetros del espigón marítimo del Tarajal, donde tuvo lugar del suceso.
Este es el decimocuarto cadáver que es recuperado en aguas jurisdiccionales españolas o marroquíes durante los últimos nueve días. El último había sido encontrado en las inmediaciones de una playa del país vecino situada a dos kilómetros de la frontera. Así, durante las horas inmediatamente posteriores al intento frustrado de entrada las autoridades marroquíes encontraron nueve cuerpos sin vida al lado del espigón fronterizo marítimo sur que el Ministerio del Interior piensa ampliar "este año" con una inversión de 250.000 euros.
En aguas y territorio español han sido encontrados, con el de este sábado, cuatro cuerpos, dos en la playa del Tarajal, uno flotando en sus inmediaciones y este cerca del centro de Ceuta. Las autopsias practicadas a los tres primeros, todos ellos varones con entre 20 y 30 años de edad, han apuntado unánimemente a que murieron ahogados y sin signos de violencia.
