La temida 'prueba de unidad' que todo militar del Ejército de Tierra debe pasar una vez al año se cobró el pasado sábado la vida de un miembro del regimiento de Infantería Arapiles 62 cuando realizaba este examen de esfuerzo en Sant Climent Sescebes (Gerona).
El suceso tuvo lugar al concluir la 'prueba de unidad' en la jornada del jueves. El militar, de 24 años, se desplomó al terminarla, fue trasladado a un hospital de Barcelona y falleció en la madrugada del viernes al sábado. Unos hechos que llevaron al Ministerio de Defensa a ordenar la suspensión de esta prueba que ha sido cuestionada por las asociaciones de militares en los últimos años.
Lo preocupante es que no se trata del primer caso. Hace casi dos años murió en Ceuta el capitán Sergio Barreda, que pertenecía al Regimiento de Caballería Montesa nº3. Precisamente, en esta unidad se rozó la tragedia hace 10 días cuando tres militares perdieron el conocimiento al concluir la citada prueba y tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios de la ciudad autónoma. Uno de ellos tuvo una parada cardio-respiratoria y estuvo a punto de fallecer, según fuentes militares consultas por Vozpópuli.
¿En qué consiste esta prueba tan polémica dentro de las Fuerzas Armadas? Cada unidad de tipo batallón debe pasar este examen de esfuerzo una vez al año. Participan un mínimo del 80% del personal destinado en la unidad. El 20% restante que puede quedar exento lo es porque está de baja, de permiso o con un destino fuera de la unidad.
Mochila de 20 kilos
Cada militar debe recorrer 10 kilómetros con uniforme de campaña, botas, casco, fusil y una mochila con hasta 20 kilos de peso... en un máximo de 90 minutos a ritmo de marcha. No se libra nadie de la unidad. Ni las mujeres, que tienen que soportar la misma carga de peso, ni los más veteranos: en estas marchas se juntan soldados de 20 o 21 años con oficiales que frisan los 60.
Existen unidades como la Legión o la Brigada Paracaidista (BRIPAC) con una férrea disciplina física que no suelen tener problemas para superar esta 'prueba de unidad'. Pero hay otras unidades que no tienen esa preparación continua. Por ejemplo, el personal militar de oficina o destinado a cuestiones logísticas pasa la mayor parte del día sentado en una oficina en labores que no son deportivas, por lo que más de uno siente pavor ante lo exigente de esta prueba que hay que superar una vez al año.
El Ejército del Tierra instituyó esta 'prueba de unidad' en 2015 a pesar de que no está contemplada por ley. Hasta ese momento, estaba extendida entre las unidades como una norma no escrita, más propia de los 'marines', que se añadía a las pruebas físicas que cada militar debe superar dentro del cuartel y que son mucho más livianas. Todo ello dentro del apartado de "fomento de la actividad deportiva".
Cuando concluye esta 'prueba de unidad', cada una de ellas recibe una puntuación global en función de los tiempos y sirve, básicamente, para comprobar qué capacidad operativa puede tener. No tiene ningún alcance táctico o estratégico.
El problema de esta prueba, según advierten las citadas fuentes, es que cada jefe de unidad se juega su progresión militar si la puntuación es negativa. Incluso, si un soldado no rinde en esta prueba puede perder el complemento económico de productividad que tiene todo funcionario y que en las Fuerzas Armadas se llama de dedicación especial -los 'cde'-. Es "la parte oscura" de esta prueba ya que el que llega a la meta más allá de los 90 minutos puede verse penalizado en su calificación anual que le toca redactar a su superior.
"De fomentar el deporte físico se ha pasado a la obligación y ahora se dan piques entre las unidades para ver quién consigue más puntos. Sobre todo, a nivel de jefes de unidad, que le puede afectar en sus ascensos, por lo que obligan a que la gente entre en los mejores tiempos", relatan las fuentes militares.
Al límite de sus fuerzas
Esta especie de competición interna dentro del Ejército de Tierra implica que cada militar llegue al límite de sus fuerzas en esta prueba, bien para mantener el 'cde' en su nómina bien por la presión que le llega de su superior jerárquico.
Las asociaciones de militares han pedido en los últimos años en las reuniones del consejo de personal con el Ministerio de Defensa que les faciliten datos de las incidencias que hay en estas 'pruebas de unidad'. Incluso, sospechan que dos muertes recientes -distintas de las de Ceuta en 2017 y ahora en Gerona- podrían estar vinculadas a este ejercicio físico tan exigente, pero desde Defensa no se han facilitado dichos datos. "Siempre nos hemos enterado de estas muertes o desfallecimientos por el boca a boca", concluyen las citadas fuentes.