Marejada en el PSOE y la Presidencia del Gobierno. La crisis entre La Moncloa y la Comunidad de Madrid se ha cerrado con un fuerte desgaste para el Ejecutivo. Fuentes socialistas creen que Pedro Sánchez se ha visto perjudicado por un mal cálculo de su director de Gabinete, Iván Redondo. Tanto el presidente como su equipo admiten que la reunión con Isabel Díaz Ayuso en la Puerta del Sol fue "un error". Y el PSOE lamenta que se haya "machacado" la imagen del ministro de Sanidad, Salvador Illa, para proteger a Sánchez.
La actuación del Gobierno en estos diez días de batalla con Madrid ha desconcertado al PSOE. El núcleo más próximo a Sánchez ha dirigido las operaciones desde el primer momento. Los socialistas madrileños y el PSOE en general han quedado al margen.
"Ha sido un error desde el principio", dicen estas fuentes a Vozpópuli. "Y en Presidencia admiten fallos estratégicos".
De 'cogobernar' a recentralizar
La resolución del conflicto en forma de restricciones comunes para todo el país no ha gustado a los barones del PSOE, que se han mordido la lengua para evitar críticas en público. Es cierto que las medidas aprobadas el jueves solo afectan de momento a Madrid, pero los criterios homogéneos han abierto la puerta a que otros territorios se vean afectados tarde o temprano. Sánchez ha hecho lo que dijo que no iba a hacer desde que acabó el estado de alarma y se inició el periodo de "cogobernanza": recentralizar la gestión de la pandemia del coronavirus ante el descontrol de los contagios en esta segunda ola.
El primer error, según estas fuentes, fue aceptar la reunión con Díaz Ayuso en la sede de la Comunidad de Madrid. Era una demanda de la presidenta madrileña, a la que Sánchez cedió. El encuentro privado entre los dos dirigentes fue un diálogo de sordos, según fuentes conocedoras de los detalles de la entrevista. Díaz Ayuso trasladó a Sánchez una larga lista de demandas. El presidente evitó comprometerse a nada. La conversación derivó después a generalidades intrascendentes.
Pero el fallo más grande, dicen, fue comparecer en rueda de prensa. "La reunión, bueno, puede tener un pase, pero la rueda de prensa conjunta, las banderas... No estuvieron acertados", aseguran.
La coordinación entre las dos administraciones para frenar el avance del virus hizo aguas a los pocos días. La ampliación de restricciones de la Comunidad de Madrid incumplió las demandas del Ministerio de Sanidad. Y el Gobierno alentó entonces una intervención sanitaria de la región. Sin embargo, La Moncloa fue incapaz de aguantar el órdago. En parte, aseguran estas fuentes, porque subestimaron la determinación de Díaz Ayuso de mantener el pulso casi hasta la insumisión.
Ayuso, al dictado de Casado
La lectura que hacen en Presidencia es que Ayuso se mueve al dictado del líder del PP, Pablo Casado. Y que lo importante para ella no es repetir como candidata, sino desgastar todo lo que pueda al Gobierno de Sánchez.
"No supieron entender que Ayuso está dispuesta a inmolarse", añaden estas fuentes. "Y que Casado ha convertido Madrid en su principal bastión opositor. La prueba es el mensaje que ya repite la presidenta: 'Madrid lo confina Sánchez; no yo'".
El tercer elemento de crítica es el papel de Illa en la crisis. El ministro de Sanidad goza de una imagen impecable por su gestión durante los peores meses de la pandemia. Pero durante estos días se ha transformado en la única voz del PSOE y el Gobierno contra Ayuso.
"A Illa lo han machacado con la única intención de proteger la imagen del presidente", dicen. "Y es una pena".
Los alcaldes del PSOE se contradicen
Ninguna otra voz del partido, ni siquiera en Madrid, estaba al tanto de los planes de La Moncloa. Y eso se ha traducido en algunas contradicciones evidentes en el mensaje, según reconocen estas fuentes. El alcalde socialista de Fuenlabrada, Javier Ayala, apoyado por regidores de otros municipios del sur de Madrid como Móstoles o Parla, anunció una denuncia ante la justicia "por el agravio comparativo" de Díaz Ayuso.
La Comunidad, a su juicio, había incurrido en ese "agravio" al seleccionar las zonas en las que se impusieron esas restricciones de movilidad. Una semana después, los criterios de Sanidad imponen restricciones en esas mismas localidades. Y los alcaldes, que ya no ven un agravio, reclaman a Ayuso que las limitaciones se apliquen cuanto antes y que no recurra a los tribunales.