El presidente del PP gallego y de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso, se han convertido en una suerte de oposición interna a Pablo Casado y la Dirección Nacional del PP en el peor momento posible, justo cuando España se encamina a una repetición de elecciones el 10 de noviembre y los sondeos dan subida a los populares.
No les gusta a los dos barones del PP ese España suma para atraerse a ciudadanos y Vox porque desdibuja la sigla histórica del centro derecha, dicen, y, sobre todo, creen que el escoramiento del discurso desde el centro hacia la derecha, junto a un antinacionalismo visceral, amenazan con alejar al partido de las mayorías que dan gobierno.
Alfonso Alonso: "España Suma está en los medios, pero no se ha hablado dentro del PP" https://t.co/gcZcpBr8CB
— EL MUNDO (@elmundoes) September 9, 2019
De poco le ha servido a Casado el almuerzo discreto que el sábado de la semana pasado mantuvo con Feijóo tras un acto en Cotobade (Pontevedra) para limar asperezas. menos de una semana más tarde, este jueves, el gallego insistía en su propuesta de abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez y formar una gran coalición con el PSOE. En Génova hay indignación, no por la propuesta en sí -un debate abierto sotto voce en las filas populares desde hace semanas- sino porque lo plantee tras ese almuerzo con el presidente popular.
Fuentes de la Dirección nacional popular en la calle Génova insisten a Vozpópuli en la misma estrategia que siguen desde hace meses: "no hay choque" entre otras razones porque el presidente gallego "no ha parado de repetir que Sánchez ya eligió a Bildu", ironizan.
De hecho, este viernes distribuyeron a primera hora al PP de toda España el siguiente argumentario: "Sánchez no quiere una gran coalición. Si algo ha demostrado Sánchez es que ya ha elegido a sus compañeros de viaje. Lo ha hecho en Navarra, donde vota con Bildu contra el Constitucional. Lo ha hecho en Cataluña, pactando con independentistas. Lo ha hecho en Baleares o en la Comunidad Valenciana. Esos son los socios elegidos por Sánchez, que siempre ha mirado para otro lado cuando Casado le ha ofrecido acuerdos de Estado".
Feijoo "sabe" que sus palabras perjudican al PP porque dan la razón al argumentario del PSOE, que acusa a casado de "falta de sentido de Estado"
No habrá, pues, choque en público con el gran barón popular, pero Feijóo "sabe" que sus palabras perjudican al partido en vísperas de una más que probable campaña electoral, argumenta otra fuente consultada por este periódico; se saltó algo que es "de sentido común": no polemizar en público sobre una abstención que, a buen seguro, saldrá a la palestra si tras la vuelta a las urnas el 10 de noviembre continúa el bloqueo político.
De hecho, ese es el gran temor de Pablo Casado, que ahora tiene que aguantar que Alberto Núñez Feijoo con el que ha tenido varios encontronazos desde su elección como presidente del PP, en julio de 2018, le meta presión nada menos que dando la razón al argumentario del PSOE: la salida al bloqueo político no es responsabilidad de Sánchez sino de la "falta de sentido de Estado" del PP y Ciudadanos por no abstenerse para facilitar su investidura.
El lío vasco
Génova no va a dar bazas a Pedro Sánchez, y además tiene otro incendio interno que arrecia mucho más que el de Feijoo: el del PP vasco, cuya dirección encabezada por Alfonso Alonso no acepta de buen grado la nueva línea estratégica contra el nacionalismo catalán y vasco. El último episodio, más que ilustrativo, es el enfrentamiento protagonizado este viernes entre la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, y el presidente del PP en Guipúzcoa, Borja Sémper.
El mismo día en que se abría la convención del PP vasco para reorientar su discurso -este sábado la clausurará Casado-, Alonso, Sémper y el resto de dirigentes vascos se desayunaban con unas declaraciones de Álvarez de Toledo criticando que su "tibieza" con el nacionalismo es la que ha llevado al partido al estado de postración en el que está: en las elecciones del 28 de abril no sacó ni un diputado. Sémper replicó al instante: "mientras algunas caminaban sobre mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida defendiendo la Constitución".
Y es que el coqueteo de la dirección nacional con la ex líder de UPyD y ex dirigente socialista vasca Rosa Díez ha agitado el avispero popular vasco porque no pocos temen que Díez sea la baza del presidente del partido para intentar, como número uno al Congreso por Vizcaya o Álava; y que eso sea el germen de la defenestración de Alonso y los suyos.