Daniel Innenarity y Julio Rodríguez son dos de los nombres que están circulando entre dirigentes socialistas como posibles candidatos de Podemos a entrar en el próximo Ejecutivo de Pedro Sánchez, aunque Pablo Iglesias insiste por activa y por pasiva que al menos él debe estar en el siguiente Gobierno. Pero ya se sabe que del dicho al hecho, hay mucho trecho.
Por el momento, el Gobierno en funciones mantiene que Sánchez aceptaría a personas "designadas" por Podemos en el próximo Ejecutivo y, preferentemente, figuras independientes que a lo sumo estén en la órbita de la formación morada.
La ministra portavoz, Isabel Celaá subrayó el viernes que el Ejecutivo sigue viendo a Podemos como “acompañante preferente”en la nueva etapa política, pero no en un Gobierno de coalición ya que esa situación sólo se da cuando dos partidos tienen un “peso semejante” tras unos comicios y pueden formar una mayoría absoluta. Ambas variables que no se dan en este caso.
También quiso dejar claro que el peso del PSOE a la hora de imponer sus tesis es mucho mayor que el de Podemos, más si cabe después de los comicios del 26-M, por lo que su posición de un Gobierno monocolor con algunas figuras próximas a Podemos es, a día de hoy, la opción más plausible.
Evitar otra Manuela Carmena
Iglesias no quiere independientes al 100% porque teme que le crezcan más 'Manuelas Carmenas', pero desde el PSOE creen que sí podría aceptar en última instancia a personas de su máxima confianza para entrar en el Gobierno de Sánchez. Ahora bien, ¿dónde se encuentran esos candidatos?
Daniel Innenarity es una persona muy cercana a Iglesias, hasta el punto que su nombre fue propuesto por Podemos en febrero para ser la figura del relator en las negociaciones entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña. Catedrático de Filosofía Política, se le considera también próximo al PNV ya que ha formado parte de candidaturas de Geroa Bai -la marca peneuvista en Navarra- en comicios electorales.
Esta figura del nacionalismo navarro despierta simpatías tanto en Podemos como en el PSOE. Incluso, en círculos soberanistas de Cataluña, que siempre han destacado su predisposición a escuchar los planteamientos de unos y de otros.
Innerarity fue invitado en diciembre a la cárcel de Lledoners por Oriol Junqueras y Raül Romeva, con quienes mantuvo una larga conversación acerca del conflicto catalán. Un encuentro que luego los presos catalanes dieron publicidad en las redes sociales.
La figura del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) queda vacante en julio y Podemos ya intentó hace un año quedarse con los servicios secretos
También ayudó a perfilar la llamada Declaración de Zaragoza que defendía una España plurinacional y que fue suscrita por cargos públicos de Podemos y sus confluencias, así como por miembros de ERC, PDeCAT y PNV, de ahí que sea una figura de consenso dentro de la izquierda.
Julio Rodríguez, por su parte, está dentro de Podemos pero siempre ha demostrado una lealtad inquebrantable hacia Iglesias, a prueba de bombas siguiendo este símil castrense. El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) en el segundo Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero tiene sobradas dotes de gestor público y podría ser propuesto por Podemos al PSOE para entrar en el Ejecutivo.
El ex teniente general del Ejército del Aire no ha tenido suerte dentro de la formación morada: nunca ha logrado ser diputado a pesar de varios intentos y cuando parecía que iba a ser el número dos de la candidatura de Podemos al Ayuntamiento de la capital, Carmena rompió amarras y se presentó bajo las siglas de Más Madrid.
El CNI encaja en su perfil
Ahora bien, Iglesias siempre le ha elogiado en público como ejemplo de fidelidad y sus aportaciones a los programas políticos de Podemos. Si bien sería muy complicado de digerir ponerle al frente del Ministerio de Defensa ante las antipatías que genera en el estamento militar, el futuro Ejecutivo socialista le podría encomendar otras tareas.
Por ejemplo, la figura del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) queda vacante en julio y Podemos ya intentó hace un año quedarse con los servicios secretos, una institución que casi siempre ha estado dirigida por un militar.