El Rey Felipe VI ha subrayado este miércoles ante el Foro Económico Mundial, reunido en la ciudad suiza de Davos, que la Constitución española "no es un mero ornamento", sino la expresión de la voluntad de los ciudadanos españoles, y por tanto el "pilar" de su "coexistencia democrática", motivo por el cual "merece el máximo respeto" de todos.
En su primer discurso ante un foro que reúne a la élite política y económica mundial, el jefe de Estado no ha evitado hablar de la "reciente crisis" en Cataluña, a la que se ha referido como "un intento de minar las reglas básicas" del sistema democrático español.
Además, ha aprovechado para dejar claro que Cataluña es "verdaderamente una parte fundamental del alma de España" y de su "identidad diversa".
El Rey ha defendido que esta crisis deja una lección importante no solo para España, sino para todas las democracias, y es "la necesidad de preservar el imperio de la ley como una piedra angular precisamente de la democracia y de respetar el pluralismo político y el principio básico de la soberanía nacional que, de hecho, pertenece a todos los ciudadanos".
Así, ha destacado que los desacuerdos y disputas políticas "deben resolverse de acuerdo con las reglas democráticas" y con los valores establecidos en la Constitución y en las normas democráticas.
"Prevalece la seguridad jurídica"
España, ha destacado Felipe VI, es un país que cumple la ley, donde "prevalece la seguridad jurídica y por lo tanto la Constitución y las leyes son efectivamente aplicadas".
El jefe de Estado ha recordado que este año se celebra el 40 aniversario de la Constitución española, lo que ha considerado una "oportunidad perfecta" para reivindicar la "importancia duradera del espíritu de entendimiento y solidaridad" que permitió a España "embarcarse en un camino de paz, libertad y prosperidad" como nunca antes en su historia.
Felipe VI ha empezado su discurso dejando claro que su intención era despejar posibles dudas sobre el hecho de que España es "un gran país" y ha hecho hincapié en la recuperación económica tras una crisis que tuvo "consecuencias dolorosas" para los españoles.
"España tiene ahora una economía muy competitiva y representa una oportunidad de inversión sobresaliente", ha recalcado. Según ha dicho, "pese a ser un motivo de preocupación en la UE hace muy pocos años, hoy España lidera el crecimiento y está haciendo una contribución positiva a la consolidación y el fortalecimiento de la UE".