El órdago de ERC para apoyar la investidura de Pedro Sánchez solo ha recibido el silencio y la comprensión por parte del PSOE y La Moncloa. Y la impresión es que los dos partidos están interpretando una coreografía perfectamente ensayada que dará vía libre al Gobierno de Sánchez y Pablo Iglesias antes de Navidad.
La primera fase en la construcción del relato ha sido la consulta a la militancia republicana. Es, según fuentes del PSOE consultadas por Vozpópuli, la mejor manera de enterrar el debate interno que existe en ERC. Porque existe un debate en la formación independentista sobre si hay que investir a Sánchez o permanecer en el cuanto peor, mejor.
Una vez enterrado el debate con la victoria incontestable del 'no' al candidato socialista, ha comenzado una nueva fase. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha anunciado que abrirán un diálogo con el PSOE a partir del jueves.
Gobierno y Generalitat, "de tú a tú"
Rufián, algo sobreactuado, ha sido contundente en sus declaraciones. Ha hablado de Sánchez como de un político "derrotado" al que se le puede sentar a hablar. Y ha exigido, como paso previo a la investidura, un calendario y un compromiso por escrito al PSOE para que Gobierno central y Generalitat negocien "de tú a tú" la resolución del conflicto político en Cataluña. Es decir, y aunque nadie lo verbalice, un referéndum de autodeterminación.
Ese diálogo se pondría en marcha ya con el tándem Sánchez-Iglesias en La Moncloa. Y Rufián ha dicho que ERC no transigirá con otros formatos como el de las famosas cumbres de Sánchez y Quim Torra en Pedralbes, ni una comisión parlamentaria.
Nadie en el PSOE o el Gobierno se ha dado por aludido ante los aspavientos de ERC. Lo que en principio coloca a Sánchez entre la espada y la pared. Y puede a priori parecer una condición inasumible, no ha sido rechazada por nadie importante del partido. Sus portavoces han pedido discreción en público y en privado ante el arranque de las negociaciones entre los dos partidos.
La sensación, dice un portavoz conocedor de las negociaciones, es que el PSOE ha optado por no alimentar a Torra y Carles Puigdemont. Moncloa es consciente de que este chicken game de ERC y JxCat que ha empantanado la política catalana y nacional los dos últimos años es un riesgo. Y no quieren darle ni a Torra, ni a Puigdemont argumentos para acusar a ERC de "traición".
"ERC tiene que acompañar a sus militantes y votantes para que entiendan que facilitar la investidura es la mejor solución posible", dicen fuentes del Ejecutivo.
Comisiones mixtas Estado-Generalitat
Fuentes del PSOE recuerdan además que hay muchas formas de resolver el conflicto catalán. Y que el diálogo del Gobierno con la Generalitat se puede canalizar de muchas maneras. Una de ellas, dicen, son las comisiones mixtas Estado-Generalitat, que Sánchez reactivó después de ganar la moción de censura. "No vamos a dar por muerta una negociación antes de que empiece", dicen los socialistas.
Es cierto que nadie olvida en el PSOE el portazo de ERC a los anteriores Presupuestos cuando todo parecía hablado. Y que motivó el adelanto electoral de abril.
Pero la mejor prueba de que no hay nada roto es que los nuevos Presupuestos van a formar parte de la negociación PSOE-ERC. Así lo ha reconocido la propia ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. La titular de Hacienda quiere presentar las cuentas lo antes posible.
"No es el momento de fijar la letra pequeña", ha dicho. "Pero la música global de los Presupuestos tiene que formar parte de esas negociaciones".